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Chuchito Valdés: "Habría sido magnífico un trío con Chucho y mi abuelo Bebo"

"Mi sonido está más próximo al pop, al bolero y a músicas contemporáneas; además respeto las raíces y me gusta homenajear a los grandes del jazz", explica sobre la gira por España en la que está inmerso

El pianista de la saga Valdés, Chuchito, durante una interpretación.

Chuchito Valdés lleva el peso de la saga encima, pero cumple a satisfacción para agrandar el prestigio familiar y proseguir con su herencia, la de su padre, Chucho, y la de su abuelo, Bebo Valdés. Su padre plasmó su impronta afrojazz cubano, además de otras fusiones: "Siempre es un honor pisar los escenarios que ha pisado mi padre", dice Chuchito Valdés. El músico cuenta a FARO cómo le van las cosas por las distintas ciudades en las que está actuando, y define su estilo como más próximo a la música contemporánea, pero siendo muy respetuoso con sus orígenes y, desde luego, siempre con la vista puesta en su familia, así como en los grandes del jazz estadounidense o pianistas cubanos de magnitud histórica que le han servido de referencia.

"Todo va bien, estamos muy contentos y alegres. Todo en la gira es bueno hasta ahora, la gira es un éxito, un éxito increíble", exclama el pianista sobre el tour que está haciendo por España. Y añade que le pone muy "contento" tocar donde actuó su padre, por la admiración "que le tengo, lo quiero mucho, lo respeto mucho porque es mi padre, pero lo admiro mucho como músico".

Cuando se le plantea si le gustaría una gira conjunta lo tiene muy claro: "Hace como unos cinco años hemos tocado juntos un par de veces. Y sí, sería bueno hacer una gira juntos. Estaría perfecto".

Matiza Valdés en esta charla con FARO los detalles en su estilo: "Creo que hay diferencias. Es público que mi padre es un máster del piano; yo soy de otra generación, con otras ideas y otros estilos; es a lo Chuchito Valdés. Eso sí, sin dejar las raíces de mi abuelo Bebo y mi padre. Pero tengo mi estilo. Más estilo pop, ligado con el bolero y otras músicas contemporáneas lindas", precisa.

Da más pistas de cómo son sus giras y cómo son estos conciertos: "Soy compositor y todos los temas son míos, pero hago homenajes a los grandes del jazz y la música cubana: grandes del jazz como Duke Ellington o músicos como Moisés Simons, el creador de 'El manisero, y los pianistas cubanos Ignacio Cervantes y Ernesto Lecuona".

Cuando se le pregunta por su paso por "Irakere", toda una escuela de la música cubana, dice que eso ya "es otro formato. Yo toqué con los 'Irakere'. Tuve el honor, una vez más, de estar vinculado profesionalmente a mi padre porque él me lo pidió para hacer una suplencia de esa magnitud, como lo es sustituirlo a él. No es fácil. Estaba nervioso entonces", asegura.

No tiene dudas sobre el peso y el vértigo que produce pertenecer a una saga de esta altura musical: "Es una responsabilidad, porque uno tiene que saber qué es lo que va a hacer, y para ello hay que estudiar, prepararse... Es, efectivamente, una gran responsabilidad el comprender cómo uno tiene que hacer las cosas", matiza el pianista, que en alguna ocasión anterior ya dijo aquello tan contundente de que la música corre por su venas. Una evidencia, pero también todo un bagaje a cuidar con pulcritud.

Hay una pregunta recurrente pero que a Chuchito Valdés no solo le resulta muy agradable, sino que se extiende en la reflexión para expresar la satisfacción que le produciría poder haber hecho un trío familiar. Además, facilita una serie de datos muy curiosos que enlazan las tres historias, las tres vidas, aún más.

"Es un tema que se había planteado", comenta el músico: "Se había hablado de tocar todos juntos. Y no se pudo dar. No sé por qué. Pero habría sido interesante estar los tres en escena. Además, hay una serie de coincidencias muy curiosas entre nosotros: mi abuelo era el mayor de sus hermanos, y mi hermano, el mayor de los suyos; y yo lo mismo: los tres primogénitos y los tres pianistas". La cosa no queda ahí, "mi abuelo nació el 9 de octubre, mi padre el 9 de octubre y yo el día 10 de octubre", añade. Una coincidencia plena en una familia de músicos de altura. Chuchito Valdés se vuelve a lamentar antes de la despedida: "No entiendo por qué no se hizo, pero habría sido magnífico".

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