El responsable de la Unidad de Arritmias del Chuvi, el doctor Enrique García valora el gran avance que supondrán estos nuevos dispositivos y cree que poco a poco se irán extendiendo a más pacientes y en otras áreas cardiológicas gallegas. El hospital Meixoeiro fue elegido como pionero en la técnica al gozar de gran experiencia en la instalación de marcapasos y desfibriladores -referencia para el sur de Pontevedra y Ourense-.
"Estudios recientes demuestran que existe una alta probabilidad de que las personas se deban someter a una resonancia magnética a partir de los 60 años. Por ello, es muy interesante que en portadores de desfibriladores la resonancia se pueda hacer de cualquier zona anatómica". "No habría motivo de exclusión para el uso de esta técnica, relacionado con los dispositivos", explica Enrique García. La población de pacientes que necesitan un dispositivo cardiaco aumenta cada año entre el 10 y el 15%. "Principalmente se implanta a pacientes para prevención primaria; aunque también, en menor medida, se implanta en prevención secundaria y para otras patologías. En nuestro hospital, la mayoría de pacientes se encuentran en un rango de edad de 60 a 75 años", asegura. "De éstos se estima que entre el 50 y el 70% deberá realizarse una resonancia magnética.
