La Cubana en su más pura esencia llega a Vigo el viernes para presentar su espectáculo "Campanadas de boda", en la que, según define su director, Jordi Milán, "nos reímos de la gran parodia que hacemos todos al casarnos".

Este divertidísimo espectáculo toma como punto de partida la celebración de una boda entre una gallega y un hindú y explica lo que le ocurre a cualquier familia que organiza una boda. "Este es el mejor ejemplo del teatro cotidiano; todos hacemos teatro en el trabajo, con la familia, en las cenas de navidad y, sobre todo, en eventos como una boda, donde se prepara todo exactamente igual que si fuera un montaje teatral, con su vestuario, su puesta en escena y, por supuesto, sus actores", explica el director.

"Campanadas de boda" se estrenó en 2012 en el Teatro Tívoli de Barcelona permaneciendo un año en cartel con más de 250.000 espectadores. Después ha visitado distintas ciudades españolas y ésta es la única parada en Galicia, antes de volver a Barcelona para despedir el espectáculo. Las representaciones serán el sábado 7 de junio a las 21.00 horas; el domingo a las 20.00 horas; el martes, miércoles, jueves y viernes a las 21.00 horas y el sábado 14 a las 18.00 y a las 22.00 horas.

Siguiendo la filosofía de la compañía, la cuarta pared del teatro se derrumba para que el público se sienta muy partícipe de lo que sucede en el escenario. "Habrá muchas sorpresas; desde luego, la diversión está asegurada", promete el director.

Milán no está casado pero cuenta que se ha inspirado en lo que ve en las numerosas bodas a las que ha acudido como invitado. "Es curiodo porque da igual que hayan cambiado las costumbres, que ahora mucha gente se case por lo civil, que se casen con personas de su mismo sexo, que haya crisis..., lo cierto es que seguimos organizando los mismos rituales, la misma pompa, seguimos queriendo ser los protagonistas de esa gran obra que es nuestra boda", añade el director.

En los tiempos que corren, La Cubana es una de las pocas compañías que mantienen los montajes con gran número de actores -12 en esta ocasión- y una llamativa puesta en escena. "¡Es que no sabemos hacerlo de otra forma!", ríe el director, "concebimos el teatro como un todo y queremos que el público, que es el que nos ha mantenido durante estos 34 años de vida, vea que hay un esfuerzo y un trabajo detrás y salga muy satisfecho".