Un burdel. Esa ha sido la imagen que el exministro de Finanzas holandés y presidente del banco ABN Amro, Gerrit Zalm, ha seleccionado este año para aleccionar a 7.000 de sus empleados a ser más eficaces y rigurosos en su trabajo. Zalm, hombre de indudable vocación dramática, no ha dudado en disfrazarse de gobernanta de prostíbulo ("madame") para explicar a la plantilla del banco la importancia de valores como la seriedad, la profesionalidad y la ambición.

Vestido, peinado y adornado como Priscilla, su supuesta hermana, Gerrit Zalm se dirigió a sus empleados para explicarles las ventajas de tomar como modelo el que suele considerarse el oficio más antiguo del mundo. Ataviado con un estridente vestido azul eléctrico y una capa a juego, peluca pelirroja y unas enormes gafas azules, el exministro holandés de Finanzas explicó a su público la importancia de trabajar en un negocio "floreciente con siglos de tradición".

"El banco tiene mucho que aprender de mi negocio", indicó Priscilla. "Hay que partir de los valores fundamentales. En mi empresa tenemos tres: seriedad, profesionalidad y ambición (...) Siempre tratamos de superar las expectativas del cliente", apuntó.

Gerrit Zalm, de 61 años, accedió a la presidencia de ABN Amro en 2009, después de que la entidad, objeto de una multimillonaria operación de compra a tres bandas protagonizada por los bancos Santander, Fortis y RBS, tuviera que ser rescatada tras el estallido de la crisis financiera en 2008.

Un portavoz del banco explicó que la función cabaretera es un acontecimiento ya tradicional en la entidad, que desde 2005 organiza una para sus empleados. Desde su llegada a la entidad Zalm se atreve en ella con una presentación humorística.

"Este año han sido 7.000 los empleados que han visto el espectáculo, a lo largo de seis representaciones, todas ellas celebradas en la segunda semana de enero. Gerrit Zalm siempre hace una presentación y, al tratarse de cabaret, siempre tiene un tono divertido y burlesco", añadió el portavoz.

De hecho, en anteriores ocasiones Zalm ya había interpretado a un hermano ficticio que adoptaba la apariencia de un director de circo o del director de una funeraria. "Este año ha interpretado a su supuesta hermana Priscilla para explicar valores como la confianza, la profesionalidad y la ambición, y los principios del negocio bancario", añadió el portavoz.

El banquero ya había tenido otras oportunidades de mostrar sus dotes interpretativas, como cuando hizo un cameo en 2004 en la película "Cool", del polémico director Theo van Gogh, asesinado ese mismo año por un islamista.

"Este tipo de cabaret encaja perfectamente en la cultura holandesa y casa con el sentido del humor de por aquí, pero debido a las diferencias culturales y al particular humor holandés, entendemos que pueda causar cierta perplejidad en algunas partes", señaló el portavoz.

Este tipo de actuaciones desenfadadas por parte de directivos tiene también precedentes en figuras como Richard Branson, el patrón de Virgin, quien se hizo pasar por una azafata, o en la cena anual con la prensa en la que el presidente de EE UU hace una lectura cómica de su propio carácter y de algunos hechos relevantes de los doce meses anteriores.

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