Aseguran sentirse más guapas que nunca, orgullosas de su edad y del paso del tiempo, pero cuando alguna revista del colorín las lleva a sus portadas, ellas se dejan retocar por el programa (de edición fotográfica) Photoshop hasta tal punto que a veces se convierten en irreconocibles para el lector. La última en quitarse por lo menos quince años de encima a base de retoques de ordenador ha sido Kate Winslet, la misma que en numerosas ocasiones había manifestado públicamente que no soportaba los abusos del Photoshop. En su última portada en el "Vogue" de Estados Unidos, Winslet aparece con una cara perfecta, sin ningún tipo de imperfecciones, ni sus características pecas. La cámara de su amigo Mario Testino hace milagros, pero no tantos. Para muchos, esta cara de Winslet poco tiene que ver con la de actriz, lo mismo que ocurrió con compañeras suyas como Scarlett Johansson, Nicole Kidman o Naomi Watts.

Otra de las famosas que ha sorprendido últimamente por sus abusos con el "mágico" programa es Carmen Martínez-Bordiú. La "nietísima" apareció en la portada de una revista con unos retoques descarados. Su cara, más propia de una quinceañera que de una mujer de 62 años, es casi irreconocible y en las páginas interiores ella asegura que su buen aspecto es fruto del momento feliz que está viviendo sin José Campos, pero lo cierto es que el Photoshop ha tenido mucho que ver en la desaparición de sus arrugas. Otra de las que ya tiene acostumbrados a los lectores a sus portadas imposibles a base de retoques es Isabel Preysler, que ya ha pasado por el quirófano para hacerse retoques en varias ocasiones, es otra de las que abusa de los retoques en el ordenador. Preysler aparece siempre con una tez perfecta y sin ningún rastro de sus venas características en la cara, que, sin embargo, sí aparecen en sus fotos cuando no son retocadas.

Cameron Díaz y Penélope Cruz aparecen de lo más sensuales en el cartel de su próxima película "El consejero", pero las dos han pasado por chapa y pintura y se han quitado varios años de encima de un plumazo con los retoques informáticos: ni una arruga, ni una peca, los ojos de Cameron más azules que nunca, y los de Penélope casi, casi negros.Esta no es la primera vez que a la industria del cine se le va la mano con los retoques en la cartelera, pero esta vez ha forzado tanto la maquinaria que ha dejado a las dos actrices sin un ápice de expresión, propia muñecas de porcelana.

El deseo de no envejecer pesa mucho en las actrices, así lo explicó sin tapujos Kim Cattral, conocida por su papel de Samatha en la serie "Sexo en Nueva York". Manifestó hace unos meses que se sentía discriminada por el cine, ya que hace tiempo que no la contratan por ser una mujer madura. "Desaparecemos y dejamos de ser vistas porque ya no somos jóvenes, bellas y sexualmente exuberantes", aseguró. La actriz ha decidido ahora dedicarse al teatro, donde aún encuentra papeles acordes a su edad. Susan Sarandon ha sido otra de las que han hablado claro respecto a este tema, explicó que en Hollywood "se pierde el trabajo cuando te vuelves fea y gorda, es ahí cuando dejan de contar contigo", aseguró. ¿El Photoshop hace milagros? Sí, hasta que te miras en el espejo.