El riesgo de sufrir una lesión medular al zambullirse en una zona de baño es aún más alto en embalses, ríos o lagos que en las piscinas públicas o privadas, según aseguró el jefe de Sección del Servicio de Rehabilitación del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, el doctor Angel Gil.
Según señaló el experto a Europa Press, el riesgo por esta práctica se produce "fundamentalmente" en estos emplazamientos, y es que "la persona se lanza sin saber exactamente cuál es la profundidad del sitio al que se va a tirar". Esta situación se puede producir por el estado turbio del agua, lo que también puede hacer "que elementos que estén sumergidos no se vean desde fuera".
Además, Gil explicó que en los pantanos y en el mar "la profundidad cambia de un día a otro", lo que repercute en que "no se controle la profundidad". En este sentido, cree que "hay que extremar las precauciones si no se ve el fondo, hay que ver cuánto cubre y no lanzarse desde grandes alturas".
Por contra, tirarse de cabeza al agua sin tomar medidas puede producir un impacto en la misma, algo que puede derivar "en fracturas de vértebras cervicales que provocan lesiones medulares", adviertió el galeno, que también subrayó que éstas suelen ocasionarse en emplazamientos altos. Estos accidentes "traen consigo tetraplejias, pérdida de movilidad en brazos y piernas", lamentó.
Prevenir y concienciar
El Hospital Nacional de Parapléjicos desarrolla todos los años una campaña de concienciación, la cual está teniendo visibilidad en las redes sociales y por la cual se puede descargar un cartel con consejos para ubicarlos en lugares de baño. Entre otras recomendaciones, "se hace hincapié en no tirarse desde una altura muy alta, en hacerlo con los brazos por delante y en comprobar la profundidad", explicó Gil.
De cualquier forma, y ante la posibilidad de que puedan producirse este tipo de accidentes, subrayó que es "muy importante" inmovilizar el cuello, evitar movimientos en la columna y avisar a los profesionales para que hagan el traslado lo antes posible".
