Los cardenales y obispos miembros de la Congregación para la Causa de los Santos, que preside el purpurado Angelo Amato, aprobaron hoy el segundo milagro por la intercesión de Juan Pablo II que llevará a la proclamación como santo del Papa Wojtyla, según informaron fuentes vaticanas.

El siguiente paso será que el Papa Francisco promulgue el decreto por el que se reconoce el milagro que abre las puertas a la canonización del papa polaco (1920-2005), lo que podría ocurrir el próximo diciembre. La fecha de la ceremonia la fijará el Pontífice durante un consistorio de cardenales.

El camino hacia la santidad

El trayecto hacia la santidad tiene varios escalones: el primero es venerable siervo de Dios, el segundo beato y el tercero santo.

Venerable siervo de Dios es el título que se da a una persona muerta a la que se reconoce haber vivido las virtudes de manera heroica. Para que un venerable sea beatificado es necesario que se haya producido un milagro debido a su intercesión y para que sea canonizado (santo) es necesario un segundo milagro. Ese segundo milagro debe ocurrir después de ser proclamado beato.

En el caso de Juan Pablo II, el milagro que le llevó a la beatificación se obró en la persona de la monja francesa Marie Simon Pierre, quien se curó de manera inexplicable para la ciencia de la enfermedad de párkinson que padecía. Fue el 1 de mayo de 2011 cuando Benedicto XVI proclamó beato a su antecesor.

Investigación en Costa Rica

El segundo milagro pudo haber sido con una mujer de Costa Rica, según precisó ayer el obispo de Cartago, José Francisco Ulloa, que desveló que el Vaticano llevó discretamente una investigación en ese país.

Versiones de prensa indican que la mujer padecía un aneurisma cerebral del cual fue curada por intercesión de Juan Pablo II, en una fecha aún no precisada.

El obispo Ulloa confirmó que esta mujer vive en la comunidad de Tres Ríos, en la provincia de Cartago, pero no dio más detalles, al afirmar que no los conoce con precisión. También se especula con que el milagro pudo haber sido obrado sobre una mujer italiana que sufría cáncer y que se curó de manera inexplicable para la ciencia el 1 de mayo de 2011, el mismo día de la beatificación de Karol Wojtyla.