El pueblo valenciano de Monforte del Cid es un clamor y se ha volcado, de forma prácticamente unánime, en apoyo a la campaña vecinal destinada a conseguir que una niña de siete años, con una discapacidad mental severa desde hace dos, pueda tomar la primera comunión. Algo a lo que se niega el cura párroco, y que también apoya la Diócesis de Orihuela-Alicante, por la falta de capacidad de la pequeña para comprender y distinguir el sentido del sacramento de la eucaristía, requisito indispensable para poder comulgar según establece la normativa universal de la Iglesia Católica.

En apenas dos días el número de firmas de adhesión recogidas, tanto en Monforte del Cid como en la vecina localidad de Novelda a donde se ha extendido la campaña, supera las 300 y la promotora de la iniciativa, Verónica Más, tiene previsto enviarlas al Obispado cuando reúna, al menos, un millar.

La madre de la pequeña, Mari Carmen Pomares, considera, además, que en este caso se está produciendo un «agravio comparativo» porque todos los niños con discapacidad mental de la población han podido comulgar, sin ningún tipo de problema ni impedimento, antes de que el padre Damián Luis Abad se hiciera cargo de la parroquia hace unos tres años. Del mismo modo asegura que curas de otras poblaciones de la comarca no ponen reparo alguno a dar la primera comunión a niños que se encuentran en condiciones similares a las de su hija. Por eso insiste en denunciar que existe "discriminación" y se muestra muy decepcionada por la postura "intransigente y prepotente»"del sacerdote. "Esto no es facilitar la vida a los cristianos ni abrir las puertas de la Iglesia a la sociedad. Aquí no hay humanidad, ni bondad ni caridad cristiana. Fue Jesús quien dijo 'Dejad que los niños se acerquen a mí' y no creo que lo dijera haciendo distinciones entre niños capacitados y discapacitados. No lo creo sinceramente", afirma Mari Carmen recordando que el padre Damián también aseguró en octubre, en una reunión que mantuvo en relación a este asunto con una veintena de personas entre las que se encontraba ella, que tampoco daría la comunión a un enfermo severo de alzhéimer, por muy cristiano y beato que fuera, si había perdido la capacidad de entender el sentido que tiene el sacramento de la eucaristía.

El revuelo mediático que surgió desde primera hora de la mañana a raíz de esta noticia alteró la habitual tranquilidad de Monforte. Además de la presencia de los medios de comunicación locales, comarcales y provinciales, así como de varias cadenas de televisión y agencias de noticias de ámbito nacional, las redes sociales y los foros creados en internet exclusivamente para comentar esta noticia "echaban humo". En el pueblo no se hablaba de otra cosa y este diario no logró recabar el testimonio de un solo vecino que defendiera la postura del cura. Cura al que, por cierto, fue imposible localizar.