El Sueño de Morfeo lleva en el ruedo de la música desde 2005, aunque antes ya habían grabado un disco con el nombre de Xemá. Pero insistir con datos biográficos es algo inane. Banda de enorme éxito de radiofórmula, su música tiene ya una fiel legión de seguidoras y seguidores. Se podría pensar que jóvenes, pero de todo se podía ver ayer en el Palacio de Congresos Mar de Vigo. Su gran auditorio sufrió el varapalo de una modesta respuesta para el concierto de los asturianos, aunque los que acudieron eran incondicionales. Tampoco se me ocurre para quién más podría ser la música de los de "Okupa de tu corazón".

El pop para todos los públicos de El Sueño de Morfeo, con gotas de música folk y catataras de blandura, ha encontrado su propio "target", lo que permite hablar de una de las pocas bandas de éxito generalizado nacida en el siglo XXI en este país. Por eso poco o nada ofrecerán de interés a quien no sea fan.

Pero los que lo son y acudieron recibieron con ardor a la banda, que salió a un escenario desnudo (ni pantallas ni adornos) sin aparentar desilusión por defender su música en una plaza poco colmada. Abrieron con "Lo mejor está por llegar" y mientras la vocalista Raquel ya animaba a las palmas, los fans ocuparon las butacas de las primeras filas.

Y a partir de ahí una sucesión de lugares comunes. Constates peticiones de colaborar cantado y una sucesión de temas interpretados con ganas y bastante sencillez. "Los Morfeo" hacen pop, sin más, y se agradece su actitud lúdica y anti-estrellas donde incluso suben a gente a las tablas, o dejan cantar a una niña "Perdóname" desde el foso. Y todos contentos.