La idea general del estudio es la de la "reprogramación celular". Esta idea consiste en cambiar a las células su estatus de diferenciación. Las células sanguíneas, como son los glóbulos blancos, proceden de células madre por un proceso un tanto complejo, que implica la reproducción de dichas células y la posterior diferenciación de las células hijas en los distintos tipos de glóbulos blancos -linfocitos, macrófagos y neutrófilos-.

Pues bien, el grupo de Thomas Graf, del CRG, ha conseguido que las células enfermas en las leucemias y los linfomas -es decir, los linfocitos-, puedan cambiar su estatus de diferenciación y transformarse en otro tipo de glóbulos blancos -los macrófagos- que, además, ya no serían células enfermas.

Lo han conseguido administrando un factor de transcripción, es decir, una enzima que está implicada en la regulación de los genes. Ahora saben que "las células de cáncer humanas pueden ser reprogramadas con éxito y que, además, la reprogramación disminuye las posibilidades de reproducir el cáncer".

El objetivo inmediato es intentar encontrar compuestos químicos o farmacéuticos con la misma capacidad para tratarlo, no sólo en cultivo sino también en pacientes", insisten los autores del estudio.