Investigadores del Instituto de Investigación Médica Sanford-Burnham, en Estados Unidos, han descubierto que el cromosoma heredado en el síndrome de Down afecta al aprendizaje y la memoria, ya que conduce a bajos niveles de una proteína llamada nexina 27 o SNX27 en el cerebro, cuya producción es inhibida por una molécula codificada en el cromosoma 21.