Miguel Trigueiros, uno de los mayores especialistas de Europa en prótesis de muñeca, aseguró ayer que estos implantes son la mejor opción para los pacientes que sufren enfermedades reumáticas, especialmente las relacionadas con la artritis reumatoide, pero también para dolencias postraumáticas, como fracturas en el ligamento de las muñecas. El traumatólogo del Hospital Santo Antonio de Oporto, que ayer participó en una de las mesas del XXV Congreso de la Sociedad Gallega de Cirugía Ortopédica y Traumatológica que se celebra en Santiago, aseguró que la experiencia de estos pacientes es muy positiva y augura un gran futuro a las prótesis de muñeca porque hacen que desaparezca el dolor, el paciente recupera el movimiento y la fuerza en la articulación en poco tiempo y desde un punto de vista estético, se acaba con la deformidad provocada por la artrosis. "La calidad de vida mejor muchísmo. La prótesis es la mejor solución para el paciente que sufre una deformación reumática", insistió.

Dado el envejecimiento poblacional y que las enfermedades reumáticas afectan mayoritariamente a personas mayores, Trigueiros opina que estas prótesis serán cada vez más frecuentes, aunque añade que con la actual crisis económica retardará su implantación, ya que se seguirá optando por otras soluciones menos costosas, aunque no tan beneficiosas para el paciente.

Este centro hospitalario de Oporto comenzó a implantar estas prótesis de muñeca en 2005. Hasta la fecha, ha realizado 60 intervenciones a pacientes de edades que abarcan desde los 38 a los 72 años. La cirugía consiste en implantar una prótesis articular de muñeca a pacientes que presentan dolor incapacitante y limitación funcional severa. El desarrollo de la bioingeniería permite que las prótesis hayan mejorado mucho en los últimos años, así como el empleo de nuevas aleaciones de materiales, con una mayor elasticidad, lo que permite que su integración con el hueso sea más efectivo y además, tienen un desgaste menor.

Por otra parte, los doctores Carlos Irisarri, del Hospital Nuestra Señora de Fátima de Vigo, y Sergio Pombo, del Complejo Hospitalario de Santiago de Compostela, expusieron los avances en torno a la enfermedad de Kienböck, una necrosis del semilunar (hueso de la museña llamado así porque tiene forma de semiluna). Los trabajos de ambos especialistas han permitido determinar que, gracias a la resonancia magnética, el diagnóstico de esta enfermedad rara se puede conseguir de forma precoz y segura, pudiendo así salvar el semilunar mediante injertos o la descomprensión del hueso mediante el acotamiento del radio. Mientras, ambos equipos continúan trabajando en la búsqueda de una prótesis sustitutiva