El inventor que patentó más de mil inventos y uno de los "padres" de la bombilla, Thomas Edison, hablaba con su novia en morse con los dedos sobre sus muslos desnudos cuando iba al teatro. James Joyce, creador de "Ulises", pedía bragas aromatizadas de prostitutas y la contemporánea poeta estadounidense Patti Smith, por su parte, se masturbaba mientras escribía. Estas son algunas de las mil fantasías eróticas que ha reunido la escritora mallorquina Roser Amills (Algaida, 1974) en un libro y que ahora desvelan detalles del prolífico mundo –también mental– de las fantasías eróticas de las figuras célebres.

Luis Buñuel es el autor de la frase "la imaginación no delinque" y este trabajo parece haberse empapado de esa filosofía. Bajo el título "Las 1.001 fantasías más eróticas y salvajes de la historia", editado por Entre Paréntesis, en España y Latinoamérica, agrupa con mucho sentido del humor y mucha documentación cientos de fantasías de escritores, políticos, artistas, actores y actrices, algunos ya muertos, pero también vivos.

Albert Einstein, Marilyn Monroe, Warren Beatty, Fernando Sánchez Dragó o Jorge Luis Borges no se escapan del "striptease" erótico firmado por la escritora española. Pero tampoco Rosa Regás, Julio Iglesias, Madonna, Eva Longoria, Naomi Campell o Courtney Love, que cruzan su sueños y deseos más húmedo con Juan Ramón Jiménez, Fidel Castro, Hitchcok, Hitler, Ava Gardner, María Félix, Frida Kalo. Es decir, desde Cleopatra a Amy Winehouse, se abre la cerradura de los pensamientos eróticos.

Este libro empezó a tomar cuerpo para la poeta y narradora Roser Amills cuando trabajaba y recaba información para un poemario sobre erotismo: "Comencé a buscar en archivos, libros, vídeos, películas y biografías y vi que el tema era fascinante y daba para mucho porque cada historia era más divertida", explica.

"Canibalismo"

En el apartado de fantasías "caníbales" destacan la de Salvador Dalí a quien le fascinaba la cocina y la que consideraba un orgasmo más. "El canibalismo es una de las manifestaciones más evidentes de la ternura", dejó escrito, no en vano soñaba con empequeñecer a Gala como una oliva para tragársela. A la espía por excelencia, Mata Hari, su marido le arrancó un pezón de un mordisco, no se sabe si en un ataque de ira, pasión o muerto de celos por un afán erótico-caníbal.

También Cleopatra, que de voraz apetito cuenta la leyenda que fue capaz de practicar felaciones a miles de hombres incluyendo a cien romanos en una sola noche o Kafka, quien tenía obsesión por masturbarse en el cuarto de baño. El libro recoge un innumerable anecdotario de cientos de casos, como Michael Douglas que padece ´satiriasis´, que, durante los rodajes, se pone preservativo incluso en las escenas sin sexo y que se masturba entre escenas. Maupassant también lo tenía claro: "Para que se me levante, me basta con pensarlo".

Madonna, Tarantino, Campbell y Manson, locos por los pies

Y mirando por la mirilla de puertas más actuales el lector se va a encontrar con una Eva Longoria a la que le estimula ser atada con pañuelos de seda, y a Madonna, Tarantino, Naomi Campbell o Marilyn Manson, que se mueren por chupar los pies.

Entre otras especialidades o manías se descubren la del rey del rock Elvis Presley que se movía entre voyeurismo, parejas copulando y encuentros sáficos, o la de Fidel Castro quien siente debilidad por las prostitutas con citas muy privadas y clandestinas, o la pasión que sienten Dalí o Mata Hari por los uniformes.

En la especialidad de fetichismosse llevan la palma Boris Vian, que escribía su nombre con esperma, o el romántico Bécquer, que soñaba con hacerlo en el cementerio. Circunstancias extrañas, cuanto menos, la de Gómez de la Serna que lo hizo "con su hijastra alegre". Orgías y mucho sexo bisexual se dan cita en María Fénix, Tamara Lempicka, Leonardo Da Vinci, Bowie, Greta Garbo o Gabriela Mistral, entre otros.

"He querido que el libro fuera fundamentalmente divertido, simpático y que propicie conversaciones de sobremesa y temas de conversación para parejas con inquietudes culturales...", concluye la autora.