"Recuerdo a Carlos sentado en la parte de atrás de la clase con un boli bic, punteando como si fuera la flauta. Mucho no le interesaba la clase". Lois Rodríguez fue profesor hace 25 años del reconocido gaiteiro en el instituto de Vigo Álvaro Cunqueiro, en Coia, y ha seguido, orgulloso, el magnífico recorrido musical de su alumno. Ahora ríe al recordarlo y, ayer, pudo darle en persona la enhorabuena ya que el músico regresó de nuevo a las aulas para tener un encuentro con los alumnos de música y para saludar a los profesores que aún quedan de aquellos tiempos. El propio director del centro, Xaime Estévez, fue también profesor suyo, aunque en el conservatorio.

"Es una sensación extraña ya que me veo aquí y me doy cuenta de que parece que fue hace nada cuando estaba como vosotros; el tiempo pasa muy deprisa y de pronto ya no eres estudiante y te ves metido en el mundo laboral", advirtió campechano a los alumnos del instituto, que le recibieron entusiasmados.

Carlos Núñez desborda simpatía y sencillez y tiene una capacidad especial para comunicarse con la gente. Por eso, no le fue nada complicado mantener a los alumnos atentos y participativos durante todo el encuentro. Sin embargo, el gaiteiro asegura que en sus años de estudiante era un chico "super tímido". "Ha sido el escenario el que me ha enseñado a abrirme más a la gente; creo que todos deberíais subir alguna vez a un escenario para superar muchos complejos", aconsejó.

También hizo reír a los chavales explicándoles que "a los 16 años noté que empezaba a quedarme calvo y al principio fue toda una tragedia, especialmente cuando tenía tan claro que me iba a dedicar a la música". Sin embargo, el gaiteiro fue capaz de asumir esta realidad sin complejos. "No estaba dispuesto a llevar unos injertos tipo muñeco como se ponen muchos artistas", ríe.

"De todos los famosos que has conocido, ¿quién te ha impactado más?", le preguntó un alumno. Carlos asegura que, en el mundo de la música, "se valora en exceso la juventud y la belleza". "Yo creo que es un reto crecer y que tu arte crezca contigo; siempre me han impresionado los artistas mayores y con experiencia, como Compay Segundo, que desbordaba alegría de vivir", respondió.

Los profesores coinciden en que Carlos estaba siempre "muy concentrado" en la música y, "aunque no era de muy buenas notas, sacaba los cursos sin problema". El gaiteiro confirma esta sensación. "Ensayaba ocho horas al día y ocho días al mes dormía en el tren que me llevaba a Madrid a las clases de flauta que no existían en Vigo. Era muy difícil compaginar los estudios y me perdí mi adolescencia", describe. "Ahora, con 40 años, estoy haciendo todas las cosas que no pude hacer a vuestra edad", aseguró.

El músico mostró también a los chicos un fragmento de la película que realizó durante su viaje a Brasil para la realización de su último disco, "Alborada do Brasil". Una alumna de baile gallego y otra brasileña se animaron a bailar al son de la flauta de Núñez para mostrar las diferencias y las conexiones entre ambas músicas. Un fin de fiesta lleno de ritmo.