"La recuperación de los enfermos es fantástica y espectacular"

–Todas estas técnicas (by pass, sleeve, cruce duodenal y fugas anastomóticas) tienen unos fundamentos parecidos que consisten en alterar el sistema hormonal del intestino. En distintas zonas del intestino, se producen diferentes hormonas. Cuando hacemos esta cirugía, cambian esas hormonas que son las que consiguen solucionar estos problemas de metabolismo. Estamos todavía en la fase de descubrimiento, buscando la explicación de porqué las cosas son así.

–En Galicia, ¿dónde se practican este tipo de operaciones?

–En Galicia, la cirugía de la obesidad se realiza en las cuatro provincias. Sin embargo, este paso a la cirugía metabólica requiere mucha prudencia. Si se comprueba que definitivamente esto es así, la demanda de asistencia va a ser altísima. Por eso, hay que ser prudentes porque todavía estamos en fase de implantación. No podemos echar las campanas al vuelo pero los tiros van por ahí y será el futuro inmediato.

–¿Cómo es la recuperación de los enfermos que han sido operados?

–Es fantástica con menos del 10% de morbilidad (proporción de personas que enferman en un lugar determinado) y menos del 1% de mortalidad. El paciente en tres o cuatro días se va a su casa. En pocos meses, ya comienza a ver que no necesita insulina. La tensión baja a cifras normales sin medicación. Es espectacular.

–¿Y nunca más vuelven a engordar los pacientes que se han sometido a esta cirugía?

–No. Hay personas que tienen un trasfondo psiquiátrico. Les interesa seguir estando gordos porque son el centro de atención en su familia. Son poquitos casos, pero primero hay que hacer un screening (pruebas) con el psiquiatra para que se sepa quienes son perjudiciales para esta técnica. Después de la cirugía, tienen que seguir ciertas normas. Hay que evitar que estas personas tengan problemas de absorción de vitaminas, por ejemplo. El paciente tiene que poner también algo de su cuenta. Si come miel a cucharadas, ninguna técnica es buena y no vamos a conseguir que adelgace.