Por magia del arte dos autores hacen medio libro y el resultado son dos libros y una página web de lo que seguramente sea material didáctico. Así es la "Historia de la pintura" que han escrito el profesor, ensayista y educador José Antonio Marina y el humorista gráfico y académico de la española Antonio Mingote. Con el mismo contenido tiene dos formatos: "Pequeña historia de la pintura", para leer el texto de Marina a precio popular con los dibujos pequeños, e "Historia de la pintura", adecuada para ver los dibujos de Mingote, exentos, en tamaño grande y como fueron concebidos.

El texto ilustrado inicia en la pintura desde el tuteo y relaciona artes, saberes, tiempos y recuerdos personales para contagiar el entusiasmo de Marina por las artes plásticas y por la docencia. Lo mejor es lo que se distingue del libro de texto tradicional, sin nervio, sin respiro y con glaucoma intelectual (sin visión periférica).

También es útil para estudiantes por libre de cualquier edad y horario que se quieran aproximar a la pintura a partir de "El enigma Picasso", que es como el detective Marina enfoca el libro, cuyo relato se remonta a las cuevas donde el primer artista dejó la huella de su mano y acaba hoy cuando ha desaparecido el objeto artístico.

Y por el medio, la historia del arte y las distintas utilidades que tan bien recapitula el profesor: "Elementos mágicos en las cuevas prehistóricas y en las tumbas egipcias, como decoración de las casas en Chipre y Grecia, como recuerdo de los antepasados en Roma, como enseñanza para analfabetos en la iglesia primitiva y como propaganda política en el imperio Bizantino". Eso hasta la Edad Media. Más de cien páginas después, a la altura del impresionismo, otra recapitulación: "La pintura había ido esforzándose en pintar lo que sabía, como en el caso de la pintura egipcia o religiosa; lo que consideraba perfecto, como en el Clasicismo; lo que los poetas inventaban, como en los cuadros mitológicos, y, por fin, lo que veía".

Hay muchas observaciones, referencias y sugerencias que sirven para entender, ilusionar, iniciar, ampliar y discutir. Por ejemplo: en Oriente el arte tiende a la repetición cuando alcanza la perfección. En Occidente, la idea predominante es que el progreso consiste en crear cosas nuevas.

Rubens inventó la publicidad política y las tablillas de El Fayum son la red social Facebook de hace 2.000 años.

Una explicación del arte moderno –y del choque que produce en parte del público– es que aún se añora el viejo paradigma de la belleza cuando hace más de un siglo que los artistas se han instalado en el de la libertad.

Hay enseñanzas reiteradas como que la belleza puede estar en el horror, algo útil contra el entorno de imágenes estereotipadas o monas. Por su parte, Mingote, el eterno chistógrafo, mantiene el pulso a los 91 años en ese dibujo sintético y preciso con el que interpreta la historia de manera sonriente o reinterpreta el arte de manera mingotesca. Ni uno ni otro son temas ajenos a su larga obra.

Buen libro para buenas edades.