Estornudos, escurrimiento nasal, picazón en la garganta, enrojecimiento e irritación ocular y, sobre todo, tos, mucha tos. Ésta es sólo una parte del particular vía crucis al que deben enfrentarse los alérgicos con la llegada de la primavera. Los expertos de la Sociedad Española de Inmunología Clínica (Seaic) vaticinan que, este año, el cambio de estación va a ser "especialmente intenso" para los pacientes con alergia al polen de las gramíneas, ya que su presencia en el aire "casi se duplicará" con respecto a 2009, debido a las abundantes lluvias registradas en los últimos meses. En Galicia, sin embargo, los médicos no prevén mayores problemas que en otros ejercicios, debido a que la pluviosidad ha sido similar a la de años anteriores y a que el principal alérgeno, en la comunidad gallega, son los ácaros del polvo.

"Las previsiones realizadas por la Sociedad Española de Inmunología Clínica no son extrapolables a la comunidad gallega porque aquí no influye tanto lo que haya llovido antes como la pluviosidad que se registre en la época de la polinización", destaca el jefe del Servicio de Alergología del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac), Antonio Parra, quien además sostiene que, en Galicia, el principal alérgeno no es el polen de las gramíneas, sino los ácaros del polvo, de ahí que "la estación, por excelencia, de las alergias" sea el otoño.

"Al contrario de los que les ocurre a los alérgicos al polen, que prefieren que llueva, a los de los ácaros les beneficia el buen tiempo. Una zona en la que las lluvias son frecuentes tiene un mayor grado de humedad y, por tanto, de ácaros. Por eso Galicia es, junto con la cornisa cantábrica, una de las zonas de España con mayor cantidad de microorganismos de este tipo", señala el doctor Parra.

Factor atlántico

El jefe del Servicio de Alergología del Chuac explica que, a diferencia de lo que ocurre en comunidades como Madrid, las dos Castillas, Extremadura y en las áreas interiores de Andalucía y Levante, donde predomina el clima continental, en Galicia, con clima atlántico, no abundan tanto las gramíneas. "Aquí, al margen de los ácaros del polvo, el principal alérgeno es el polen de la parietaria judaica, sobre todo en determinadas zonas costeras, coma A Costa da Morte, donde este tipo de planta provoca problemas muy serios de alergia", asegura el médico coruñés.

Los síntomas de cualquier alergia, tanto si es provocada por los ácaros del polvo como por el polen de las gramíneas o de cualquier otra planta, son similares a los de un resfriado. "La alergia produce una reacción en todas las vías respiratorias. La mayoría de los pacientes sufren lo que se denomina rinitis, es decir, como si tuvieran una especie de catarro continuo con estornudos, picor de ojos, congestión nasal, etc...", indica el doctor Parra, al tiempo que advierte de que, en algunos casos, la alergia puede derivar en un cuadro de asma. "No es que sea frecuente, pero sí que ocurre a veces. En estos pacientes, a los síntomas de rinitis hay que unir la tos, la fatiga y el pitido en el pecho", subraya.

Para curarse en salud, el jefe del Servicio de Alergología del Chuac recomienda a los alérgicos al polen que recurran a la vacuna preestacional. "Ahora es el mejor momento para ponérsela, porque el pico de alergia en la comunidad gallega se suele dar en el mes de mayo", señala, y añade: "A estas alturas del año, es fácil confundir el clásico resfriado con una alergia primaveral. Las diferencias, sin embargo, radican en la duración y en las características de los síntomas. Un paciente con rinitis alérgica puede estar congestionado por la mañana, y bien por la tarde. En un proceso vírico, lo habitual es que la congestión no desaparezca hasta pasados varios días", destaca.

Por último, el doctor Parra recomienda a los pacientes que, ante la aparición de cualquiera de los síntomas prescritos o, para resolver cualquier duda, se dirijan siempre a un especialista, quien les informará, "mejor que nadie", sobre los tratamientos a seguir.