James Joyce o Julio Cortázar no son los únicos que se inventaron palabras. El pontevedrés Alex Casanova también se ha sacado una de la chistera, "Antagonasia", para titular su primer disco, en un intento de reflejar cómo en su pop electrónico conviven una música luminosa y alegre con unas letras que tienden hacia la oscuridad, según él mismo explica.

Casanova, que nació hace 24 años en Catoira y creció en Vilagarcía, presentará hoy su primer LP -que irá incluido en la entrada- en Santiago, en el pub SónaR. Porque es en la capital gallega donde reside en la actualidad este joven, cuya afición por la música le viene desde que era niño (comenzó a tocar a los cinco años) y que ha evolucionado hasta el punto de que se declara heredero 2.0 del legado y del imaginario sonoro y estético de Tino Casal.

Aunque él mismo se ha producido el álbum, para cuya grabación contó con la colaboración de Álvaro Blanco ("Músculo!"), ha escogido para publicarlo "Crispis", un sello que se estrena con su referencia. La portada es un trabajo de la japonesa Yoko Honda, responsable también del arte del último disco de Kylie Minogue.