¿Qué supone para un músico tocar en un lugar donde no hay casi nada de eco ni reverberación, donde el silencio impera y dificulta hasta el respirar o estar cuerdo? Esos espacios existen y se llaman cámaras anecoicas. A los organizadores del Festival Sinsal hacía tiempo que les rondaba en la cabeza ofrecer conciertos en un sitio así para que público y músicos sintieran la diferencia. Ayer, desarrollaron su experiencia-piloto, una actuación a cargo de Best Boy, a la que seguirán Caxade y Ulobit hasta diciembre y que se desarrolló en la cámara semianecoica que posee la Facultad de Enxeñería de Telecomunicacións de la Universidade de Vigo, Teleco.

Recubiertas sus paredes con unas cuñas especiales, un tanto puntiagudas y con un diseño raro para absorber las ondas sonoras y electromagnéticas, la sala prácticamente no deja lugar al eco. "Sabíamos desde hace años que existía esta cámara en Vigo, que creemos que es la única de Galicia, y queríamos ofrecer en el Festival Sinsal la experiencia de llevar grupos que tocaran en ella. Es algo importante para nosotros, ya que creemos que es necesario conocer lo que se hace en centros como el de Teleco en Vigo", explicaba ayer el codirector de Sinsal, Luis Campos.

La experiencia consistió en ofrecer dos pases dentro de la cámara donde se encontraban los músicos así como 15 personas de público y algunos técnicos que grabaron el concierto. Como punto de partida, se dejó un minuto de silencio para hacerse al medio. Después, Best Boy interpretó dos canciones - "Cross the border" y "Excuse"- en la cámara. Después, volvió a tocarlas en un lugar completamente diferente, con un eco exagerado.

"Al lado de la cámara anecoica, a unos diez metros, hay un zulo con forma de rectángulo oscuro donde hay eco brutal, una caja de resonancia. Nos parecía interesante poner a los artistas a tocar en un lugar y en otro", indicó Campos.

Para el vocalista de Best Boy, Ángel Sánchez, ambas experiencias han sido "totalmente novedosas. La cámara anecoica nos pareció un poco hostil. De hecho, tocamos unos 20-25 minutos, y entre ciclo y ciclo tuvimos que salir fuera porque no nos sentíamos en un espacio que no era amable. Obliga a posicionarte en una tesitura diferente como músico, a tocar más comedido. Siempre que tocas, hay una respuesta del espacio; allí era cero".

También fue diferente tocar en la sala "con el eco exagerado, como si estuvieras en una iglesia. El contraste entre un sitio y otro era tan grande que necesitabas un periodo de adaptación al pasar de uno a otro", añadió el músico, también director del Festival Playdoc de Tui, quien se mostró a favor de volver a probar en estos espacios.

De momento, su actuación así como las próximas de Caxade y Ulobit serán grabadas para una colaboración posterior con el Museo de Arte Contemporáneo de Vigo (Marco).

Anteriormente a Sinsal, la cámara semianecoica de Teleco ya había registrado otros eventos especiales como la prueba de José Ignacio Carmona y sus psicofonías; o la experimentación de Javier Monteagudo con su zanfona.

Tras este primer concierto anecoico, Sinsal presentará la próxima semana el resto de actividades para la edición número 12 de su festival, en el que cuenta con el apoyo del Concello de Vigo.