ÁGATHA DE SANTOS | VIGO

El Legado do Tibu continúa salpicando la Red y por el momento parece que tiene cuerda para largo. Hasta tiene tema propio, compuesto por el quinteto La Ricura. El último fenómeno viral de internet llegó a Galicia de la mano de Damián Pereira, un ingeniero gallego residente en Suiza que fue retado por un colega a darse un chapuzón o a pagar una noche de discoteca. Damián Pereira, conocido con el sobrenombre de O Tiburón u O Tibu por su devoción por el exfutbolista Carles Puyol, aceptó el reto.

"El chapuzón me lo di el 4 de mayo en la piscina de una amiga. La temperatura era de diez grados", comenta desde Suiza el impulsor de este fenómeno. Porque uno de los requisitos para que la prueba se considere válida es que el agua esté fría.

Una vez superado el reto, decidió no nominar a sus colegas suizos y traspasar el desafío a Galicia, y así nominó a su primo Daniel Pereira y a dos amigos de su parroquia natal, Xaviña, en Camariñas, desde donde se propagó a la velocidad de la luz, adquiriendo dimensiones mayúsculas en apenas unos días. La alternativa al remojón que propuso O Tibu a sus nominados era pagar una cena y les otorgó cuarenta y horas para cumplirlo.

El primero en darse el gélido baño fue Daniel. Lo hizo en pleno corazón de Santiago ante la mirada perpleja de los viandantes, ya que hasta ese momento nadie en Galicia había oído hablar de este juego en cadena. "Le pedí que siguiera el legado, que aceptase el reto y en el vídeo dijo que seguía el legado que su primo", explica su impulsor. Pronto los siguientes bañistas emplearían el apodo de Damián, O Tibu, antes de lanzarse al agua y pasar el testigo. Ahora, el Legado do Tibu empapa media Europa y buena parte del continente americano gracias a los emigrantes gallegos. Y esa primera cena pasó a una cena en una marisquería muy conocida de Camariñas y de ahí a la mariscada que está dando la vuelta al mundo gracias a los vídeos.

Damián reconoce que cuando lanzó el reto a su primo y a sus dos amigos no podía imaginar que este juego pudiera adquirir las dimensiones que ahora tiene. "En Suiza no ha salido del entorno del colegueo", reconoce. Sin embargo, en Galicia políticos, actores y escritores se han dejado seducir también por el "Legado do Tibu". Entre los representantes de la política que se han sometido al chapuzón en agua fría se encuentra la portavoz del BNG en el Concello de Vigo, Iolanda Veloso, que a su vez nominó a sus compañeras de partido, las diputadas Ana Pantón, Carme Adán y Tereixa Paz. Hasta el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha sido nominado -el alcalde de Cee es quien le lanzó el guante-, aunque de momento no ha aceptado el desafío, al menos que haya transcendido públicamente. Fuera de Galicia, Andreu Buenafuente y Berto Romero también sucumbieron al Legado do Tibu, retados desde el Puerto de Vigo por el grovense José M. Campos Otero.

Damián explica que este refrescante juego llegó a Suiza desde Misuri, Estados Unidos, con el nombre de "El reto de Landon Shaw", el nombre de un niño de tan solo seis meses que sufre cáncer. Sus padres no podían costear el tratamiento, así que sus vecinos ingeniaron un desafío: darse un baño y donar dinero para financiar el tratamiento del pequeño. Damián y los primeros nominados decidieron entonces devolverle al juego su carácter solidario original.

La Asociación Legado do Tibu la preside Felipe Santos, el quinto nominado en darse el chapuzón y el primero que lo hizo disfrazado. Se disfrazó de comecoco para darle así un aire aún más divertido al reto, que él cumplió en esa misma playa de O Ariño. Ahora, los nominados se afanan por encontrar disfraces cada vez más frikis para cumplir el desafío, lo que contribuye aún más a dar relevancia al juego.

El Legado do Tibu tiene hasta merchandising, unas camisetas que en un principio encargaron los primeros nominados para ellos mismos, como recuerdo del chapuzón y de las que ya han vendido más de 300. Pero esta no fue la única sorpresa que se llevaron. Cuando fueron a registrar el nombre al Servizo Galego de Propiedade Industrial (Segapi),descubrieron que otras personas, ajenas a su impulsor y a la asociación, ya había registrado Legado do Tibu, Legado de Tibu y otras variantes. Tal es la fiebre que ha desatado este desafío.

Pero este desafío también tiene sus peligros. Las autoridades advirten del riesgo en la elección de los lugares donde se efectúe la prueba: cuidado con la profundidad para evitar sustos y golpes que puedan producir roturas o paraplejias; atención a la entrada de golpe en el agua por la diferencia de temperatura corporal o chapuzones en las fuentes con iluminación eléctrica.