Alejandro Marzoa, artista vigués del mundo audiovisual, destacado por su talento, dinamismo y pasión, estuvo ayer en una reunión coloquial con la Asociación de Jóvenes Empresarios de Vigo llamada "Así lo hago yo". El objetivo no era otro que ofrecer a estos futuros emprendedores una charla acerca de las dificultades de financiación que encontró en la producción de su largometraje "Somos gente honrada", además de la explicación de cómo consiguió salvarlas. También se trataron temas como su carrera como cineasta y las circunstancias que la han rodeado, desde sus comienzos como realizador de cortometrajes hasta director de cine.

La búsqueda de presupuesto para llevar a cabo una pieza audiovisual parece ser el mayor enemigo de cualquier director de cine. Ser perseverantes semeja una cualidad imprescindible en el mundo actual del Cine, cualidad que posee Marzoa que, después de mucho esfuerzo, estrenaba el pasado mes de junio su último trabajo en forma de largometraje: "Somos gente honrada" junto a grandes actores como Miguel de Lira, Paco Tous, Unax Ugalde y Manuela Vellés. Una película que habla de la crisis desde la perspectiva de unos personajes que rondan los 50 años que se replantean sus principios cuando se encuentran con 10 kg de cocaína.

Cuatro años hace ya desde que comenzara a gestarse esta idea en la cabeza de Marzoa. Una vez que tuvo el guión escrito, empezó la aventura de buscar financiación. "Siempre ha sido complicado. Es un proceso con varias fases; primero el guión tiene que convencer, después tienen que confiar en ti como director, hay que encontrar un casting adecuado y superar todas las dificultades que supone rodar una película en cinco semanas", explica Alejandro.

Para conseguir una productora que se encargara de su proyecto, muchas fueron las puertas que se cerraron pero, finalmente y por suerte apareció El Terrat y más tarde Vaca Films. Además, varias subvenciones como la de TVE o Tv3 hicieron posible levantar este trabajo. "Sin estas ayudar habríamos aparcado esta película en un cajón; métodos de financiación como el crowdfunding no eran viables debido a la envergadura del proyecto", afirma el director. En su charla con los jóvenes empresarios la palabra pasión quedó reflejada una y otra vez. "La gente que tiene pasión y hace las cosas que le gustan sale adelante. Yo quiero hacerlo y lo hago, no pienso si esto me va a llevar a buen puerto porque ya estoy acostumbrado a tener números rojos en la cuenta", declara Alejandro que ha convertido su principal pasión en su profesión.

Pensando en el futuro, algunos proyectos empiezan a gestarse. Ya tiene escrito un guión con el que comenzará el proceso de buscar financiación del mismo modo que hizo con "Somos gente decente".