Un equipo científico de Oregón (EE UU) ha reprogramado, exitosamente, células de piel humana para que se conviertan en células madre capaces de transformarse en cualquier otro tipo de célula del cuerpo, según publica la revista Cell. Los investigadores, entre los que se encuentra la bióloga española Nuria Martí Gutiérrez, han logrado por primera vez células madre embrionarias con el mismo ADN de un adulto; es decir, "clonadas".

Esta técnica, además de haber servido para producir a la oveja Dolly -conocida como "clonación" o transferencia de núcleos de células somáticas, SCNT, por sus siglas en inglés- es la que le valió a John B. Gurdon el premio Nobel de Medicina en 2012.

Los científicos creen que las células madre podrían usarse para sustituir las células dañadas por enfermedades o lesiones, y en el tratamiento de males como el Parkinson, la esclerosis múltiple, las enfermedades cardiacas y las lesiones de la médula espinal.

Pero el procedimiento experimentado podría afectar a la controversia que rodea el empleo de células madre cosechadas de embriones humanos. Numerosos expertos en ética y grupos religiosos cuestionan el uso de esos embriones obtenidos, principalmente, de clínicas de fertilidad. Es un paso previo a la clonación humana con fines no terapéuticos que en en España, por ejemplo, está expresamente prohibido por la ley de reproducción humana asistida.

El director del equipo, Shoukhrat Mitalipov, ya logró en 2007 la conversión de células de piel de mono en células madre. El grupo de investigación está integrado por científicos de la Universidad de Salud y Ciencia de Oregón y el Centro Nacional de Investigación de Primates.

Y la técnica usada por Mitalipov y sus colaboradores es una variación de un método de uso común, llamado transferencia nuclear de célula somática, que consiste en el trasplante del núcleo de una célula, que contiene el ADN de un individuo, en un óvulo al cual se le ha retirado su material genético.

El óvulo no fertilizado se desarrolla y eventualmente produce células madre. "Un examen detallado de las células madre derivadas mediante esta técnica demostró su capacidad de convertirse, al igual que las células madre normales de embrión, en varios tipos diferentes de células, incluidas las células nerviosas, del hígado y del corazón", indicó Mitalipov en el artículo. "Además, debido a que estas células reprogramadas pueden generarse con material genético del mismo paciente, no hay preocupaciones por la posibilidad de rechazo de un trasplante", añadió.

El éxito del equipo de Mitalipov en la reprogramación de células de piel humana provino de una serie de estudios de células humanas y de monos. El método ya se había ensayado con éxito en distintos animales -ovejas, cabras, vacas, perros, gatos, ratones, cerdos y macacos-, pero nunca había funcionado en personas.

Otros intentos anteriores fallidos en varios laboratorios mostraron que el óvulo humano parece más frágil que los óvulos de otras especies y esto fue un obstáculo en los métodos conocidos de reprogramación. Así que la clave del éxito fue hallar una manera de hacer que los óvulos permanecieran en una etapa conocida como "metafase" durante la transferencia nuclear. La metafase ocurre en el proceso natural de división celular, o meiosis, cuando el material genético se alinea en el medio de la célula antes que esta se divida.

El equipo investigador encontró que el mantenimiento químico de la metafase durante todo el proceso de transferencia impedía que el proceso se atascara y permitía que las células se desarrollaran y produjeran células madre. .

Como conclusión general, científicos consultados aseguran que "hacen falta muchas más investigaciones y tiempo" para avanzar en este camino, aunque es cierto que abre la vía a nuevas investigaciones sobre esta línea.