Pilar, de 59 años, descubrió que tenía cáncer de mama tras una mamografía rutinaria en el año 2006. Reconoce que en un primer momento se le echó el mundo encima, pero que tras iniciar el tratamiento tuvo claro que "había que luchar". "Salía de la quimioterapia muy animada, pensando que me quedaba una menos. Mi marido bromeaba con qué sería lo que me daban", recuerda. Tras probar un tratamiento novedoso y pasar por una mastectomía, Pilar está totalmente recuperada. Reconoce que la vida le ha dado un vuelco de 360 grados. "Antes era una persona tirando a tímida, ahora disfruto más de cada momento", sostiene. A la hora de dar consejos a pacientes lo tiene claro: "Hay que mirar hacia adelante".