El intelectual galleguista Isaac Díaz Pardo, "el hombre más querido de Galicia", según lo definió el escritor Manuel Rivas y una de las personas más reconocidas y premiadas en los ámbitos social, artístico y empresarial de Galicia, siempre consideró su vida una colección de "fracasos".

Díaz Pardo (Santiago, 1920 -A Coruña, 2012), hijo del también histórico galleguista fusilado en 1936 Camilo Díaz Baliño, estudió Bellas Artes en Madrid y fue profesor en Barcelona.

Dedicó sus primeros años artísticos a la pintura, aunque antes había intentado ser arquitecto, actividad que nunca llegó a desarrollar.

Tras unos años dedicado a la pintura, Díaz Pardo emigró a Buenos Aires, en donde pasó trece años, y en donde estuvo en contacto con otro galleguista histórico, Luis Seoane.

De su estancia en Sudamérica, y gracias al contacto que mantuvo con este autor surgió el Laboratorio de Formas, matriz de lo que más tarde se convertiría en el Grupo Sargadelos.

En Argentina montó una fábrica de cerámica en Magdalena, a 108 kilómetros de Buenos Aires, lo que le facilitó una fluida relación con exiliados gallegos y "de los pueblos ibéricos".

De las instituciones que este colectivo creó para recuperar la memoria histórica, destacan el Instituto Galego de Información, el Museo Carlos Maside, el nuevo Seminario de Estudos Galegos, las Cerámicas do Castro y la fábrica del castro de Samoedo, Sargadelos.

Esta fue la faceta más conocida del intelectual galleguista y la que marcó sus últimos años y su último fracaso, ya que fue apartado de la dirección y de la administración del grupo.

Tras recibir la Medalla de Galicia en 2007, entre otros premios, Díaz Pardo, que se caracterizaba por su humildad, aceptó la distinción como un homenaje a todos los que, como él, tuvieron que seguir trabajando por Galicia desde el exilio.

A lo largo del pasado año, ya con una salud debilitada y cada vez con menos presencia pública, recibió diversos homenajes, que él entendía como un "desagravio, a lo que pasó en Sargadelos".

Unos de esos actos fue la inauguración de la exposición "Pinturas y fracasos", con una retrospectiva de su obra pictórica, pero también un homenaje a toda su trayectoria artística y vital.

La Xunta llegó a un acuerdo con Díaz Pardo para que la Ciudad de la Cultura custodie el legado bibliográfico, documental, epistolar y gráfico del intelectual del autor, compuesto por más de 16.000 volúmenes de la biblioteca del artista, las colecciones de O Castro, documentación en el exilio, miles de cartas con Luis Seoane o Rafael Dieste y el "testimonio que a lo largo de su vida ha ido conformando su historia".

Este acuerdo no se cerró sin polémica, ya que uno de los hijos del galleguista, mostró su desacuerdo por la forma en la que, en su opinión, el Gobierno gallego se aprovechó de su padre.