Cristóbal Vidal clausurará esta tarde, en calidad de diseñador invitado, el XI Desfile de Moda Calada de Ingenio, villa de Gran Canaria hermanada con Camariñas, con una colección que sigue la presentada en la última Feria del Encaje de la localidad coruñesa, pero que tiene el calado como elemento central. Vidal, que es el primer modisto peninsular que participa en el certamen canario, presentará dos vestidos de cóctel, cinco de novia y clausurará su pase con un traje de novio de color blanco con falda sastre pagoda de raya diplomática cruzada, todos diseñados a partir del calado, una técnica de encaje que ha sorprendido al diseñador por su minuciosidad y su perfección.

"El trabajo de las caladoras es hiperminucioso, muy detallista. Es un encaje que forma parte del propio tejido y que requiere muchas horas de trabajo. Un chal puede llevar hasta ochenta horas", explica Vidal, que descubrió este encaje tradicional en la feria de Camariñas, donde la Asociación de Caladoras de Villa Ingenio participan desde hace varios años.

Por todo ello, lamenta que la tradición del encaje pueda perderse por la baja remuneración que perciben estas artesanas. "Si las palilleras de Camariñas cotizan a 1,50 euros la hora, las caladoras reciben 1 euro. En Ingenio hay 53, con una media de edad de 50 años, si no se renueva, esta técnica se perderá y con ella, una parte de nuestra cultura", explica Vidal, quien añade que es la firma la que se lleva el beneficio cuando incorpora el encaje a sus diseños. "Se ha infravalorado el trabajo artesanal y se ha supervalorado el diseño. Los diseñadores debemos difundir este trabajo por el bien de nuestra cultura", insiste.

Vidal, que presentará su colección al ritmo de los alemanes Rammstein, ha incorporado el calado a chales, corpiños de seda, capelinas y fajines en sus propuestas de moda femenina, y a corbatas, chalecos y pañuelos para novios, realizados en una gama de colores que abarca desde el blanco rosado al negro, pasando por el gris, el crema y el blanco sucio. En Ingenio, el modisto mostrará un chaleco para hombre realizado íntegramente de calado, una propuesta con la que se siente especialmente satisfecho porque, asegura, el resultado ha sido "espectacular".

"En esta colección continuó con lo que más éxito me está dando: las segundas bodas o bodas a partir de los treinta años, con prendas caracterizadas por su versatilidad, ya que pueden ser reutilizadas combinadas con otras, ya que los trajes son de dos piezas. La moda tiene que ser versátil y práctica, y más en tiempo de crisis", explica.

El modisto asegura que este año ha notado una sensible recuperación en el ritmo de trabajo, en parte, por la decisión de rebajar el precio de sus diseños, rebaja que en algunas prendas alcanza el cuarenta por ciento. "Es de honestidad reconocer que quizás los diseñadores hemos sobrevalorado un poco nuestro trabajo. Nosotros nos dedicamos a embellecer a la gente, pero el diseño tampoco es una necesidad vital. Ajustar los precios es un ejercicio de humildad porque son algo exagerados en el sector y por eso el mercado ha explotado", manifiesta.

A pesar de haber bajado los precios, el modisto vigués asegura que mantiene la misma calidad de siempre tanto en el patronaje como en los materiales, y que aún obtiene un margen de beneficio suficiente para continuar trabajando. Vidal se muestra convencido de que la crisis mundial dará lugar a otro "orden social y económico", que reajustara todos los sectores. "Estoy seguro de que la situación actual se reconducirá porque ésta era una carrera sin meta", sostiene.

Vidal, que regresará mañana de Ingenio, continuará compaginando las clases de diseño con la confección y está en conversaciones con un centro comercial vigués para realizar una colección con modelos de distintos certámenes de Galicia y exponerlos, una iniciativa similar a la que ya hizo el pasado mes de mayo.