El cine español vuelve hoy a la Sección oficial de la 54 edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) de la mano de Castillos de cartón, de Salvador García Ruiz, que cuenta en el reparto con nombres como Adriana Ugarte, Nilo Mur, Biel Durán, Pepa Pedroche, Alfonso Torregrosa, Cristian Magaloni, Álvaro Aguilar y Fernando Ripio.

La obra creada por García Ruiz, director de Mensaka, se acerca hasta el personaje de María José, quien estudia pintura en la Facultad de Bellas Artes de una gran ciudad y a quien una mañana, mientras prepara un lienzo para clase, retrata Jaime, uno de sus compañeros, sin que ella se dé cuenta.

Junto a él, admirando su capacidad para el dibujo, está Marcos, el alumno de más talento de su promoción. María José espera que Jaime le regale el retrato, pero después de mostrárselo, inesperadamente, él se lo guarda.

Por otro lado, la historia de una portera parisina que, como el erizo, oculta su verdadera forma bajo un manto de púas, envuelve la trama de El erizo, ópera prima de la directora francesa Mona Achache, proyectada ayer dentro de la sección oficial de la 54 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci).

Se trata de la adaptación de la novela La elegancia del erizo, de la escritora marroquí Muriel Barbery, y supone el debut en el largometraje de la cineasta francesa Mona Anache (París, 1981).

Aires gallegos

La última edición de la Seminci cuenta con participación gallega en el apartado documental. La cineasta de ascendecia lucense Patricia Ferreira estrena Señora de, el testimonio de trece mujeres gallegas de distintas generaciones en la España franquista.

Por otro lado, el director y documentalista Adolfo Dufour estrenó ayer el documental titulado Septiembre del 75, que relata la historia de uno de los últimos fusilados del franquismo, el militante gallego del FRAP José Humberto Baena, a través de la figura de su hermana, Flor Baena, protagonista de la cinta.

La obra trata de la lucha, aún vigente, de Flor Baena por obtener “verdad, justicia y reparación moral” con el fin de “limpiar” la memoria de su hermano, fusilado en Hoyo de Manzanares (Madrid) en 1975, después de un juicio sumarísimo en el que se le acusó de haber participado en el asesinato de un policía armada.

Por eso, Dufour aseguró ayer que una de las funciones del cine es narrar episodios trágicos de la historia “para evitar que se repitan”, una idea que en España no ha tenido todavía la “buena acogida” que en países como Alemania, Argentina e Italia.

Los cineastas italiano y español Ettore Scola y Carlos Saura recogieron el viernes por la noche sus respectivas Espigas de Honor en el marco de la gala de inauguración de la 54 edición de la Seminci, en la que se oyeron distintas voces en apoyo al festival, considerado “de autor”.

El realizar italiano recibió su Espiga de manos de la actriz española Carmen Maura, reconocida el pasado año con el mismo galardón, y aprovechó para alabar la belleza de la Espiga -“los premios que los directores tienen en sus estanterías siempre son feísimos pero esta espiga es bella y hará que mi casa sea menos fea”- y trasladar su deseo de conocer la ciudad, a la que acudió 24 años atrás pero por la que no tuvo tiempo de pasear.