Michael Jackson sólo pesaba 51 kilos, tenía pastillas parcialmente disueltas en el estómago y presentaba varias costillas rotas, según detalles de la autopsia filtrados al diario sensacionalista The Sun. Según este periódico británico, que se refiere al primer examen post mortem practicado al cuerpo de Jackson después de su repentino fallecimiento el pasado jueves, el cadáver del "rey del pop" era casi un esqueleto y estaba muy deteriorado.

Jackson, cuyos restos fueron sometidos el pasado fin de semana a una segunda autopsia solicitada por su familia, no había comido nada y sólo tenía pastillas en el estómago, al parecer ingeridas antes de la inyección de analgésicos supuestamente causante del paro cardíaco que acabó con su vida.

Como resultado de los esfuerzos para reanimarle, el cantante, de 50 años, presentaba varias costillas fracturadas y cuatro pinchazos de jeringuilla en torno al corazón destinados a suministrar adrenalina a ese órgano. Además, el mito del pop se había quedado prácticamente calvo y, de hecho, llevaba una peluca, apunta en su exclusiva el diario británico.

Hematomas

Los forenses también han encontrado hematomas en las rodillas y espinillas del cantante, así como en la espalda, que podrían ser las secuelas de una reciente caída. Asimismo, el cuerpo del "rey del pop" estaba repleto de cicatrices quirúrgicas provocadas por al menos trece operaciones de cirugía estética.

"La familia y los seguidores de Michael se horrorizarán cuando se den cuenta del pésimo estado en el que se encontraba", declaró al periódico una fuente cercana al entorno de la estrella.

The Sun publicó datos de la autopsia después de que el médico personal de Michael Jackson, Conrad Murray, quedara el pasado fin de semana en libertad y libre de sospecha tras el interrogatorio de tres horas al que le sometió la Policía.

La portavoz del doctor, Miranda Sevcik, aseguró que Murray respondió a "todas y cada una de las preguntas" realizadas por los agentes que trabajan por esclarecer los motivos de la muerte del cantante, de la que el médico fue testigo presencial. De acuerdo con el periódico británico, la familia de Jackson está preparando una demanda multimillonaria contra el doctor.

Habla el doctor

Conrad Murray, el médico personal que estaba junto a Michael Jackson cuando murió, asegura que no inyectó Demerol al cantante antes de su muerte y así se lo ha hecho saber a la Policía. Todos los indicios apuntaban hacia el doctor como el causante del fallecimiento del Rey del Pop, sin embargo él mismo ha relatado a las Fuerzas de Seguridad que se encontró a su paciente muerto en su casa cuando fue a visitarlo y lo único que hizo fue intentar reanimarlo cuando el artista perdió el conocimiento.

En declaraciones a los medios, el abogado de Murray, Edward Chernoff, explicó: "El doctor estaba sorprendido cuando esto ocurrió, no sabía muy bien por qué dejó de respirar". Del mismo modo, Chernoff indicó que Murray "nunca prescribió o administró Demerol a Michael Jackson" y, añadió, que el médico recibía un pago del promotor de conciertos AEG Live, antes del regreso del artista a una serie de conciertos en Londres.