El país asiático exportó 110.000 toneladas de productos lácteos en los primeros diez meses del año, con una media de 12.100 toneladas al mes hasta finales de septiembre, pero en octubre sólo vendió al exterior 1.036 toneladas.

Numerosos países detectaron melamina en lácteos procedentes de China, lo que reavivó la desconfianza ante la calidad de las exportaciones del país asiático y provocó que muchos de ellos prohibieran o restringieran la entrada de estos productos en sus mercados.

El pasado martes, el Ministerio de Salud chino reconoció que son seis los niños fallecidos por ingerir leche con melamina, ya que hasta ahora sólo había cuantificado de forma oficial cuatro muertos, mientras que los bebés afectados, que presentan problemas en el sistema urinario, alcanzan los 294.000 en todo el país.

La melamina es un componente químico tóxico, usado en la fabricación de plásticos, que se utiliza para elevar de forma artificial el nivel de nitrógeno en los alimentos y que provoca cálculos renales.