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El héroe español de Kaliningrado

Un gol de Aspas salva a una España en la que Hierro sigue confiando en los pesos pesados pese a su baja forma

Diego Costa no alcanza el balón de Iniesta para superar a Munir, portero de Marruecos, con Saiss y Achraf Hakimi siguiendo la jugada. // Martin Divisek

A falta de fútbol, la emoción se adueñó de la tercera y última jornada del Grupo B del Mundial de Rusia. Un remate de espuela de Aspas dio a la Roja la primera plaza, la que le aparta del camino de Uruguay, el rival al que nadie quiere ver después de barrer a Rusia (3-0). Portugal ha de conformarse con el segundo puesto y enfrentarse el sábado a los charrúas, al sumar un gol menos que los españoles, que disputarán los octavos de final el domingo en Moscú contra los anfitriones. Y de este cruce menos complicado, a priori, para los de Hierro, tiene la culpa el céltico de Moaña, que volvió a aprovechar los minutos de la basura para dejar constancia de su clase y talento. Ayer anotó un gol que quizás dificulte todavía más su continuidad en Vigo. En el mayor escaparate del fútbol mundial, un gol como el de Aspas se cotiza como el oro. Y todo ello gracias al VAR.

los nuevos tiempos

El fútbol ha cambiado para siempre con la utilización de las imágenes de televisión para revisar las jugadas más conflictivas. De las nuevas tecnologías se pueden aprovechar los jugadores que viven al borde del fuera de juego, como Aspas, que adivinó el centro de Carvajal tras un córner en corto para rematar de tacón y superar al portero marroquí. Se jugaban los minutos de descuento y España parecía condenada a ceder el liderato del grupo a Portugal, que pasaba enormes apuros para mantener el empate con Irán (1-1). Desde el minuto 80, los españoles caían ante una Marruecos que se tomó mucho más en serio el partido de ayer que su rival, a pesar de que ya nada le iba en la mayor fiesta del fútbol al presentarse con cero puntos en esta jornada.

regalos para los alauíes

España había regalado un gol al cuarto de hora en una indecisión entre Iniesta y Ramos que Boutaib aprovechó para superar a la estatua de David de Gea, tras una carrera de cuarenta metros. El barcelonista se resarcía poco después del error anterior con una jugada de genio que completó Isco. Con ambos manejando el juego, parecía que los españoles podían dar buena cuenta de unos marroquíes que se empleaban con excesivo ímpetu. Aunque otro fallo de concentración pudo costarle caro a los de Hierro. Boutaib falló en la segunda ocasión ante De Gea. España se mantenía en pie gracias a Isco Alarcón, la estrella que Lopetegui dejó en herencia a Hierro.

El debate sobre iniesta

El seleccionador español había sorprendido con Thiago Alcántara en el once. El hijo de Mazinho suplía al lucense Lucas Vázquez, titular ante Irán. Hierro confía en los pesos pesados del vestuario, pese a la baja forma de gente como Piqué, Ramos, Busquets o Silva. Sin embargo, el debate general se centraba hasta ayer en si Iniesta tenía que dejar paso a un compañero más joven, aunque con menos talento que el albaceteño. El fútbol, una vez más, ha dado la razón a quienes creen que en la Roja que quiere seguir apostando por el fútbol de toque se necesita a Iniesta. Sin embargo, nadie parece dispuesto a discutir la ausencia de Aspas, como nueve o como segunda punta, por detrás de un Diego Costa que ayer volvió a dar muchas soluciones a sus compañeros, a pesar de no marcar ante un Marruecos que mantuvo un ritmo intenso y amenazando con sorprender a España. Lo evitó la cruceta de la portería de De Gea, que escupió un gran remate de Amrabat.

El mundo al revés

El duelo entre los vecinos del sur de Europa y el norte de África se puso cuesta arriba para los españoles cuando el joven En-Nesyri, del Málaga, superó a Ramos en el salto para rematar de cabeza un centro desde el córner. Marruecos, que nada se jugaba ayer, volvía a dominar en el marcador ante un rival al que Hierro inyectó muchos atacantes para afrontar los minutos decisivos. Aspas y Asensio entraron por Costa y por Thiago para afrontar el último cuarto de hora. Tras el segundo gol alauí, la Roja ponía en peligro su continuidad en el Mundial de Rusia. Una victoria de Irán ante Portugal mandaría a casa a los españoles, que entonces buscaron el juego directo en busca del empate. El mundo al revés: juego al pie cuando estaba Diego Costa, balones colgados al área de Munir con Aspas como referencia más ofensiva. Rodrigo Moreno entraba por un David Silva que continúa como titular sin merecerlo, pero Hierro no parece dispuesto a romper la jerarquía del vestuario de la Roja, que ha ido de más a menos: dominó en el empate ante Portugal; ganó de rebote a Irán y ayer se dejaba llevar en el partido más importante.

pasaporte para soñar

Pero entonces apareció Iago Aspas, en el momento que Irán falló una clara ocasión para ganar a Portugal y dejar fuera del Mundial a Cristiano Ronaldo. España encontró el pasaporte para seguir viajando por tierras rusas cuando el Mago de Moaña sacó de la chistera un taconazo con la derecha para rematar un centro al área de Carvajal. El árbitro anuló el tanto por un posible fuera de juego. El VAR rectificó la decisión y Aspas se convirtió en el héroe español de Kaliningrado. El domingo espera Rusia.

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