La siesta es uno de los hábitos españoles por excelencia. La cabezadita de después de comer es uno de nuestros planes preferidos que en verano se vuelve más frecuente. Durante nuestro día a día es más complicado encontrar este tiempo pero durante la época estival, se vuelve una actividad indispensable para muchos.
Para algunos basta con descansar durante unos minutos mientras que otros disfrutan más de un sueño placentero durante un par de horas. En cualquier caso, tanto si eres de siestas largas como de cabezadas cortas, es importante garantizar un buen descanso y descartar cualquier elemento que pueda entorpecer el sueño.
La comida es fundamental para conseguir un buen descanso. Por eso, si tienes pensando echarte una siesta debes tener en cuenta el incorporar al almuerzo alimentos ricos en triptófano como la avena, el plátano o los frutos secos, dejar lejos cualquier pantalla y evitar el consumo de estos cinco grupos de alimentos.
Cafeína
La cafeína y la teína son excitantes que pueden contribuir a mantenernos despiertos durante más tiempo. Si quieres descansar después de comer, deberías eliminarlo de tus comidas. De hecho, nada mejor que dejarse ese café de después de comer para después de la siesta, que si es más larga de lo habitual es probable que provoque que nos levantemos aturdidos.
Alimentos diuréticos
Los alimentos diuréticos pueden ser contraproducentes antes de la siesta, ya que es posible que nos hagan levantarnos para ir al baño y entorpezcan el sueño. Entre ellos se incluyen muchas frutas de verano como el melón, la sandía o el melocotón, así como verduras y hortalizas como el pepino.
Alcohol
El consumo de alcohol para favorecer el sueño resulta contraproducente. Aunque puede provocar somnolencia, también puede ocasionar que nos despertemos de la siesta más apagados y con menos energía.
Dulces
Los picos de glucosa pueden perjudicar la calidad del sueño. El consumo de azúcares simples antes de dormir puede activarnos y darnos energía, que es justo lo que queremos evitar antes de la siesta.
Alimentos difíciles de digerir
Una siesta de calidad requiere evitar las digestiones pesadas que nos puedan mantener despiertos. A la hora de diseñar la comida previa a una siesta lo mejor es pensar con la cabeza y no dejarnos llevar por lo que diga el estómago.