Los alimentos que nunca deberías llevar a la playa para comer

Las altas temperaturas pueden afectar a su estado y generarte algún problema de salud

Alimentos que debes evitar llevar a la playa

Alimentos que debes evitar llevar a la playa

R. V.

Las altas temperaturas han llegado por fin y con ellas las ansiadas jornadas de playa que en muchos casos comienzan ya por las mañanas. Comer en la playa es una de las tradiciones que más nos gusta del verano pero si lo hacemos, hay ciertas cuestiones que debemos tener en cuenta.

Una de las más importantes es el tema de la comida. Hay ciertos alimentos que no debes estar expuestos a las altas temperaturas porque nos pueden provocar intoxicaciones alimentarias.

Durante el verano, estas intoxicaciones son algo bastante frecuente. Por esta razón, te contamos cuales son los alimentos que debes evitar llevar a tus jornadas de playa para evitar cualquier problema de salud.

  • Tortilla poco hecha: Que el huevo no se cuaje del todo incrementa el riesgo de sufrir salmonelosis. Si quieres llevar a la playa tortilla poco hecha, no te la juegues y utiliza huevina. 
  • Mayonesa y otras salsas con huevo: Cualquier salsa hecha con huevo entrañan peligro de salmonela. La ensaladilla es mejor que la dejes para comértela en casa o que la hagas sin esta salsa.
  • Pescados y mariscos crudos o marinados: Las ostras, el ceviche, el sushi, el sashimi o el pescado marinado son peligrosos para llevar a la playa ya que el anisakis puede acechar.
  • Pollo: aunque el pollo empanado es uno de los platos más recurridos en las jornadas playeras debes saber que contiene una gran proporción de agua y grasas, que en condiciones de calor excesivo, puede precipitar el desarrollo de bacterias como la salmonella o la listeria. 
  • Sobras de arroz y pasta de días anteriores: Especialmente si te olvidaste de conservarlos en la nevera, ya que puede desarrollar algunas bacterias que pueden provocar una intoxicación alimentaria o incluso la muerte.

Los alimentos más recomendados para llevar a la playa son las fruta, las sopas frías refrigeradas, las ensaladas verdes, los sándwiches con pan integral, empanadas y como aperitivo, alternativas como frutos secos.

En todo caso, lleva siempre nevera, refrigera los alimentos más problemáticos y no te olvides de tener siempre a mano agua fresca para prevenir la deshidratación.