El faro de Tenlo, A Comboa, el antiguo lazareto, la capilla y la huella militar. Estos fueron algunos de los secretos mejor guardados de la ría de Pontevedra que los visitantes pudieron conocer ayer de la mano de la Asociación Irmandade Illa de Tambo.

Las rutas guiadas regresaron en la jornada de ayer al islote situado entre Marín y Combarro, aunque con aforo limitado y nuevas restricciones debido a la pandemia de la Covid-19. Así, en un viaje organizado por el colectivo, un grupo de 25 personas participó en esta iniciativa con la que la Asociación Irmandade Illa de Tambo pretende divulgar la historia de la isla y mostrar sus encantos.

Los asistentes pudieron conocer de primera mano un territorio que en su momento fue zona de cuarentena. En el antiguo lazareto construido en 1865, las embarcaciones debían parar allí con el objetivo de evitar el contagio de enfermedades al llegar a puerto. Las instalaciones contaban con espacio para 200 personas, así como botica, cocina y despensa, pero debido a su falta de mantenimiento, finalmente fue cerrado en octubre de 1879 y todo su material trasladado a la isla de San Simón, en la ría de Vigo.

Los visitantes también se acercaron al pasado militar del islote. Los guías explicaron a los turistas que durante casi 60 años se erigieron varias edificaciones para distintos usos militares: una vivienda y distintos elementos de servicio para el destacamento que custodiaba el polvorín, tales como un búnker de 180 metros cuadrados donde se guardaba la munición.

Las próximas visitas se realizarán el 8 de agosto, jornada para la cual ya están cubiertas todas las plazas, y los días 20,21,22 y 23 de agosto coincidiendo con la celebración de la Festa do Mar de Combarro. Las personas interesadas en participar en estas rutas guiadas podrán reservar plaza enviando un correo electrónico a irmandadeilladetambo@gmail.com.