Los vecinos de Pontevedra pronto deberán acostumbrarse a ver un nuevo contenedor de la basura en las calles de Pontevedra. A los ya habituales verdes, azules, amarillos y el iglú del vidrio se suma el contenedor marrón de biorresiduos.

Los primeros 65 contenedores de este plan Composta serán colocados este lunes en la ruta establecida para este primer programa experimental con el objetivo de que en el futuro pueda ser ampliado a otros puntos de la ciudad a los que no llega el compostaje por la falta de composteros comunitarios o individuales (que es la fórmula por la que se apuesta en el rural).

El concejal de Residuos, Raimundo González, hizo ayer una demostración a pie de calle de cómo van a funcionar estos contenedores que, por ahora, se van a poder utilizar solo con una llave electrónica (similar a una tarjeta bancaria) que permitirá la apertura del recipiente.Para ello será necesario acogerse voluntariamente al programa y obtener esta llave que permitirá utilizar los citados contenedores.

Será el mismo lunes por la tarde cuando el camión de la empresa concesionaria del contrato, Cespa, comenzará a recoger los primeiros restos en los contenedores colocados en la plaza de abastos y la zona monumental. González Carballo indicó que es muy probable que la primera semana sea necesario realizar algún ajuste pero espera que una vez superados los primeros días el proyecto experimental pueda tomar "velocidad de crucero" y alcanzar los objetivos de persigue el Concello que es tratar unas dos mil toneladas de biorresiduos al año a través de este sistema.

El plan arranca con cerca de 250 usuarios que se corresponden en su mayor parte con medianos productores de biorresiduos, como son restaurantes, comercios de alimentación o fruterías, puesto que fue precisamente por ellos por donde se comenzó con la campaña de sensibilización. En este sentido, el edil mostró su satisfacción "por la buena acogida" que tuvo la iniciativa entre estos negocios dado que de los 255 medianos productores que fueron visitados, el índice de rechazo a participar en esta experiencia piloto fue bajísimo, concretamente solo 10 comercios, "lo que no llega al 4%".

Se abre a los particulares

A partir de ahora se abrirá una campaña de sensibilización en las viviendas particulares que estén ubicadas en la ruta establecida para este plan experimental, que incluye la entrega de un folleto informativo que explica en qué consiste este nuevo sistema de recogida de biorresiduos. También se informa de los pasos que pueden dar para anotarse y obtener así una de las tarjetas-llave que permiten acceder a los contenedores marrones y qué tipo de residuos se pueden compostar y cuáles no.

Bolsas compostables

A todos los usuarios participantes en el Plan Composta, bien sean productores singulares o viviendas particulares, se les entrega de forma gratuita un cubo de 7, 45 y 90 litros (dependiendo de las necesidades ante la cantidad de biorresiduos que genere), así como bolsas de basura compostables y la llave electrónica. En estos momentos, el Concello dispone para su distribución entre los ciudadanos y negocios que se sumen a este plan de 125 cubos de 90 litros, 500 de 45 litros y de 2.400 de siete litros, que serían inicialmente los que estarían destinados, estos últimos, al compostaje en viviendas particulares.

Raimundo González Carballo destacó que esta es la "tercera pata" sobre la que se sustenta el plan de compostaje del Concello. Las otras dos son la instalación de los centros de compostaje comunitario y el individual en las viviendas de la zona periurbana o del rural que pueden disponer de su propio compostero.

Sin embargo, hay zonas de la ciudad en la que no existe la opción de compostar mediante ninguna de estas dos opciones, por lo que esta recogida de "biorresiduos" es la alternativa que esta probando el Concello para ellas, comenzando por esta primera ruta que tiene un carácter experimental con el objeto de pueda ser implementada o ampliada en el futuro.

Un recorrido que abarca gran parte del centro de la ciudad y la zona monumental

A la hora de establecer esta primera ruta experimental en la que se instalarán estos primeros contenedores marrones, el Concello ha tenido en cuenta la existencia de puntos en los que se generan importantes cantidades de biorresiduos, como puede ser la plaza de abastos.

También se tuvo en cuenta aquellas zonas en las que hay menos posibilidades de acceder a un centro de compostaje comunitario. Así, la ruta prevista en este plan experimental y en la que se instalarán los contenedores marrones abarca las calles, Loureiro Crespo (a la altura de Ernesto Caballero), José Malvar, avenida de Buenos Aires hasta la rotonda del puente de As Correntes, plaza do Peirao, Cruz Vermella, Santa Clara, Sarmiento, plaza de A Leña, Pasantería, Aduana, Ferrería, Soportales, plaza de A Verdura, Ánimas, Peregrina, Michelena, Alhóndiga y Teatro Principal, Santa María, San Martiño, Prudencio Landín, Alameda, Echegaray, Colón, Riestra, Augusto González Besada, García Camba, Andrés Mellado, Pardo de Cela, Virxe do Camiño, Sagasta, Frei Xoán de Navarrete, Joaquín Costa, Estrada (hasta el Sagrado Corazón). Desde Sagasta también se irá hacia Benito Corbal y Cobián Areal. Y desde la Avenida de Buenos Aires también se irá hacia Padre Gaite, Perfecto Feijóo, San Antoniño, Casimiro Gómez y A Seca.