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Matrículas de honor que abren puertas

Seis estudiantes del IES Valle Inclán ponen la guinda al Bachillerato con una nota media de 10

Si ha habido un curso académico en las últimas décadas que pueda calificarse de especial, en el sentido de raro, este ha sido el 2019/2020. Marcado por el coronavirus y el confinamiento, ha dejado un extraño sabor de boca en los estudiantes, desde los de Primaria hasta los universitarios. Pero, sin duda, entre los que más se jugaban este año su futuro se encontraban los que han finalizado el Bachillerato. A las puertas de las pruebas de acceso a la universidad, todos ellos hacen cuentas, porque la nota media será crucial para poder elegir la carrera que marcará sus vidas.

María Méndez Márquez, Laura Vázquez Vázquez, Ramón Rodríguez Fernández-San Silvestre, Sabela Estévez Cochón, Pablo Rivas Pidre y Pablo Lorenzo Mezquita lo tendrán un poquito más fácil. Acaban de terminar segundo de Bachillerato en el IES Valle Inclán de Pontevedra con matrícula de honor, un 10 de media que les permite, a la espera de los exámenes de la "selectividad", rozar la profesión de sus sueños. Con las notas todavía calientes en la mano, siguen hincando el codo en la recta final del curso para someterse a las pruebas los próximos 7, 8 y 9 de julio.

Pablo Lorenzo no es nuevo en esto de sacar todo 10, ya lo consiguió en segundo de la ESO y en primero de Bachillerato. Quiere estudiar el doble grado de Matemáticas y Física, "aunque justo ayer me entraron dudas con Matemáticas e Informática", reconoce el pontevedrés, que se confiesa ser "de ciencias" al cien por cien.

Ahora se prepara para las pruebas de acceso a la universidad, ABAU, acudiendo a clases en el instituto "de las asignaturas más prácticas, como matemáticas o lengua".

El sueño de María Méndez es estudiar Medicina. "Me gusta Neurología, pero aún no lo tengo claro", señala.

Explica que trabajó mucho más antes de que se decretase el confinamiento y que ahora, centrada ya en la "selectividad", reparte el estudio dedicando las mañanas a la teoría, que reforzará las dos últimas semanas, y las tardes a la práctica. "Yo creo que la clave es hacer muchos exámenes", indica.

La suya, si logra entrar, es una de las carreras que más protagonismo ha tenido, precisamente, durante la pandemia. Es conocedora de la responsabilidad que significará ejercer esta profesión y por ello se confiesa una defensora de la sanidad pública.

Pablo Rivas Pidre tiene claro que el primer lugar de su elección será Matemáticas, a la que seguirá alguna Ingeniería o Empresariales.

Tras este curso tan especial, estudiar ahora de forma intensa es duro, pero afirma que "lo tengo todo bastante fresco".

En su opinión, su futuro y el de sus compañeros estará condicionado por las nuevas tecnologías, algo que marcará las diferentes profesiones de las próximas décadas "y que ya se está viendo ahora".

Dedicarse a la docencia

Sabela Estévez Cochón duda entre Matemáticas y Magisterio, pero en cualquier caso sí sabe ya que le gustaría dedicarse a la docencia. El hecho de tres de los seis estudiantes del instituto tengan en mente como primera opción las Matemáticas se debe, en gran parte, y así ellos mismos lo reconocen, a los profesores que han tenido de esta materia, que consiguieron que los números no fuesen un problema en sus currículos.

Laura Vázquez Vázquez, una de las alumnas más brillantes del IES Valle Inclán, estudiará, si su nota media se lo permite, Biotecnología, casi con toda seguridad en Santiago de Compostela.

Ahora prepara las pruebas de acceso a la universidad sobre todo centrada en los ejercicios prácticos, "más fáciles y más amenos". "Con la teoría hago esquemas y, más que estudiar en profundidad, repaso", resume.

Por su parte, Ramón Rodríguez Fernández-San Silvestre, que se estrena en la media final de curso de 10, está pensándose ir al extranjero para estudiar algo relacionado con el ámbito empresarial o las relaciones internacionales.

Es algo que se plantea por unos años, "sé que en un futuro me gustaría venir a España, pero estar fuera me dará otras opciones y me ayudará a mejorar otros idiomas". Además, no quiere abandonar su otra pasión, el fútbol, que ocupa un lugar muy importante en su vida.

Con sus certificados de matrícula de honor en la mano, a los seis estudiantes ya solo les queda un paso más para acercarse a los profesionales que quieren ser. Para ellos el Covid-19 no ha sido un freno.

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