Dos granadas de la Guerra Civil ocultas en un galpón. Este es el sorprendente hallazgo de un vecino de Acuña, en Vilaboa, que el pasado lunes descubrió los explosivos en una caja de madera mientras limpiaba y ponía orden en el cobertizo, anexo a su casa. El hombre alertó al Instituto Armado, que movilizó a los especialistas en desactivación de explosivos (TEDAX).

Cuando el propietario de la vivienda puso el hecho en conocimiento del Puesto de la Guardia Civil de Moaña, a través del Centro Operativo Complejo (COC) de la Comandancia de la Guardia Civil en Pontevedra (teléfono 062), se activó el protocolo de actuación por parte de los especialistas en desactivación de explosivos de la Guardia Civil para la recogida y neutralización de los dos artefactos.

El equipo TEDAX que se desplazó a Vilaboa confirmó que se trataba de una granada de mortero y otra de mano defensiva, de las denominadas "polaca". Las dos granadas, a pesar de su antigüedad y de su mal estado de conservación, mantenían activas sus propiedades explosivas, por lo que su manipulación es extremadamente peligrosa ya que los mecanismos de seguridad con los que se diseñaron se encuentran deteriorados por la corrosión.

Para evitar estos riesgos, los Técnicos Especialistas en Desactivación de Explosivos de la Guardia Civil aconsejan no abandonar estos artefactos como basura y reiteran que la forma de actuar ante el hallazgo de algún artefacto explosivo consiste en no tocar ni manipular el objeto, señalizar y acordonar la zona y avisar de inmediato a la Guardia Civil.