Tras los primeros días de estado de alarma decretado por el Gobierno el pasado fin de semana, los pontevedreses afrontaban ayer su primer día laborable en esta situación de excepcionalidad. Frente a aquellos operarios cuya presencia física era inexcusable y que no formaban parte de las actividades empresariales para las que se decretó el cierre obligatorio, otros muchos empleados y empresarios estrenaron una modalidad a la que se están adaptando cientos de negocios en Pontevedra a marchas forzadas: el teletrabajo.

Empresas como Ence o administraciones como la Diputación de Pontevedra, la Subdelegación o los concellos de Pontevedra Marín (en estos últimos se suspende la actividad presencial) ya indicaron hace días que iban a impulsar estas fórmulas de teletrabajo entre aquellos miembros de su plantilla en los que fuera posible. También las empresas de menor tamaño que ofrecen servicios profesionales específicos se están apuntando a esta opción que permite reducir el riesgo de contagio y de propagación del virus, algo que además que se conjuga con otra de las dificultades que deja la actual situación, como es la conciliación familiar al permanecer los niños en casa.

María Villa es una de las socias fundadoras de la empresa de comunicación Trisquelia en Pontevedra, una de las firmas que ha optado por el teletrabajo en estos días tan complicados. Ella es una de las muchas pontevedresas y pontevedreses que ya guardan el confinamiento desde el viernes, cuando se recomendó que los niños no acudieran a los centros educativos aunque no fuera obligatorio. "Ese día yo ya trabajé desde casa, mientras que mi socia y el resto de compañeros lo hacían desde la oficina". Fue a lo largo de esta jornada y mientras la situación se iba precipitando hasta la declaración del estado de alarma cuando ya decidieron que el lunes todos teletrabajarían, concretamente "pensando en algunos de nuestros trabajadores, como una compañera que tenía que venir desde Vigo y hacerlo además en transporte público", explica, "no nos parecía necesario asumir ese riesgo teniendo esta opción".

Villa es consciente que no todos los negocios y todos los trabajadores tienen esta alternativa. En su caso señala que van salvando las pequeñas dificultades que puedan surgir ante esta situación sobrevenida y que pilla a muchas empresas por sorpresa que, al igual que en el caso de Trisquelia, nunca habían teletrabajado. "De momento vamos día a día, a ver cómo va la cosa", manteniendo el contacto con sus clientes por el móvil o el email.

Reconoce que uno de los problemas es no tener el mismo grado de comunicación directa e inmediata con sus compañeros que en una oficina física, "es lo único que te puede generar algo más de incertidumbre" , explica.

Al mismo tiempo reconoce que otro de los problemas es el contar con los niños en el lugar de trabajo. En el caso de María Villa son dos, Miriam y David, de 10 y 6 años, a los que además intenta mantener al día con los trabajos del cole, dado que las expectativas es que el periodo de confinamiento se prolongue. Villa elogia el trabajo que, en su caso, están realizando los docentes y equipo directivo del colegio San José, "dado que están actualizando en su blog escolar las tareas y deberes que tienen que hacer en casa, algo que me parece encomiable". Esta pontevedresa también considera importante en este aspecto "poder mantener una serie de rutinas y horarios" con los niños, similares a los que tienen en la escuela.

Aunque todo vaya más o menos bien, esto no implica que "evidentemente de vez en cuando les tenga que pedir que me den algunos minutos de concentración para poder trabajar". Y es que, lo que tiene claro esta pontevedresa, es que el cuidado de los niños no puede ser cosa de los abuelos en esta ocasión debido al riesgo que el Covid-19 tiene para la población mayor "y más en nuestro caso que tenemos parientes con patologías previas".

Conciliación

En cualquier caso, María Villa explica que ella agradece al menos tener esta opción que, aunque compleja a veces, le da la opción de conciliar. De hecho, explica que es posible que en breve también tenga que hacerse cargo en casa de dos sobrinos debido a que su hermana y cuñada sí tienen dos profesiones que le obligan a acudir presencialmente a su puesto de trabajo. Uno de ellos trabaja en una conocida cadena de alimentación pontevedresa en la que, aunque se han hecho turnos para poder facilitar la conciliación reduciendo personal, para la semana sí tendrá que acudir a trabajar.

En la administración también se potencia el teletrabajo. La Subdelegación del Gobierno anunció ayer el cese de la actividad presencial en sus instalaciones.Desde ayer se atienden las solicitudes de información a través del teléfono 986989000 y se recuerda que se supenden los plazos para trámites administrativos.