Los socios del Casino Mercantil dieron ayer el visto bueno al proyecto de sondear el mercado para una posible venta de la sede noble de la entidad, el histórico edificio Varela que preside la plaza de Curros Enríquez. Por mayoría, la asamblea acordó aceptar la propuesta de la directiva en funciones y abrir la posibilidad de deshacerse del inmueble adquirido hace 22 años.

El presidente en funciones del Mercantil, Ernesto Filgueira, confirmó a FARO que "lo que los socios respaldan es simplemente sondear el mercado; por el momento no hay nada previsto sobre una venta". Reiteró a renglón seguido que cualquier operación inmobiliaria "tiene que ser ratificada por la asamblea, nosotros simplemente damos opciones y por supuesto no se tomaría ninguna decisión sin consultarles".

El equipo que encabeza también recibió el respaldo de los socios para otras acciones como la de reforzar la directiva con más miembros o la autorizar pagos pero, especialmente, celebró la luz verde para dar el primer paso de la operación inmobiliaria. Su objetivo final es optimizar las instalaciones, adaptándolas a las demandas actuales del Mercantil, y mejorar el estado financiero de la entidad.

Ésta cuenta en estos momentos con cerca de 700 socios, a muy larga distancia de los 4.000 contabilizados a mediados de los años 70 del pasado siglo, y su sede noble está en gran medida infrautilizada, como reflexionó alguno de los participantes en la asamblea, en la que no faltaron momentos de tensión.

Ubicado en pleno centro histórico, el edificio Varela dispone de un gran bajo (alquilado parcialmente a una franquicia de comida rápida por 6.000 euros mensuales) dos plantas de 400 metros de superficie y un ático. Éste fue restaurado en un principio como vivienda para los directivos de Caja Postal, que reformó el inmueble antes de que en 1998 fuese adquirido por el Casino Mercantil.

La sociedad suscribió en ese momento un crédito por valor de más de 2,2 millones. De ese total se destinaron 1,8 la compra del edificio, 72.000 a mejoras del mobiliario y obras de adecuación y el montante restante a pagos de impuestos e inversiones en el parque de Mourente, el otro gran activo del Casino Mercantil.

La directiva ha de analizar en adelante un amplio abanico de opciones, a la cabeza la venta del emblemático edificio. Se estudiará "solo a partir de ofertas formales y por escrito, no se considerará ninguna otra opción", advierte Ernesto Filgueira.

La sede noble fue tasada hace dos años en más de 2 millones de euros, cifra a la que ni se acercan las ofertas informales planteadas hasta la actualidad. De hecho, el presidente en funciones confirmó desde un primer momento a esta redacción que las propuestas estaban por debajo de las expectativas de la entidad.

Otra alternativa pasa por alquilar la parte del bajo que todavía utiliza actualmente el Casino Mercantil y que podría tener un nuevo uso comercial o hostelero, mientras que las plantas superiores se destinarían a viviendas, conservando la propiedad del inmueble.

Tampoco se deja a un lado (la presidencia dejó claro que "no se descarta estudiar ninguna alternativa siempre que sea ventajosa para los intereses de la sociedad") la idea de que alguna firma o socio se haga con la propiedad del edificio pero manteniendo el Casino Mercantil la opción de alquilarlo total o parcialmente. En este último caso la sociedad sumaría efectivo, se ahorraría la mudanza y mantendría el estatus de la sede noble en el corazón del centro histórico.