El carballo de la Capilla de Santa Margarita es propiedad de la Iglesia. Tiene una edad estimada entre 500 y 800 años y no pasa por su mejor momento, pese a haber optado en 2017 al Árbol Europeo del Año.
Forma parte del Catálogo de Árbores Senlleiras de Galicia, en el que se incluye una ficha que asegura que su altura supera los 18 metros y el diámetro de su copa, los 21.
Ya el Padre Sarmiento hablaba de este árbol en sus escritos del siglo XVIII: "Santa Margarida de Monteporreiro, que ten o carballo maior do Reino".
El carballo es el único árbol que queda de un antiguo bosque de carballos que los druidas consideraban sagrado y que era conocido como "Carballeira dos Gafos", de los leprosos.
La mayoría del resto de ejemplares fueron cortados para leña y construcción de barcos, entre ellas la famosa carabela Santa María, a la que se dio forma en los astilleros de Pontevedra.
La supervivencia del carballo está unidad a la presencia de una fuente próxima, considerada milagrosa, donde se dice que los leprosos e invidentes se sanaban con solo bañarse.
Cuenta la leyenda que una dama portuguesa, tras curarse de una enfermedad de la piel, mandó construir la iglesa, aún en pie.