El equipo de Mujer y Menor de la Guardia Civil de Pontevedra cuenta con seis personas. Al frente del mismo se encuentra Francisco Javier Quiroga desde 2014, que destaca que el factor psicológico es imprescindible para una buena atención a las víctimas.

-¿Cuándo comienza su actividad el Emume?

-Los equipos de mujer y menor de la Guardia Civil se ponen en marcha en los años 1996 y 1997. En aquellos años había todavía pocas mujeres en la Guardia Civil, ya que en 1995 se comenzó con una especialista en cada equipo de Policía Judicial. A partir de entonces se va ampliando su número. En cada comandancia hay un equipo de mujer y menor.

-¿Cómo es la composición del equipo de Pontevedra?

-En estos momentos somos seis efectivos, de los cuales dos son mujeres y hay una vacante, que será ocupada seguramente también por una mujer.

-¿Este equipo está dedicado en exclusiva a esta área?

- Llevamos también las investigaciones de homicidios, secuestros y extorsiones. De los seis componentes, cinco, además de mí, tenemos el curso de especialista en mujer y menor. Dentro de la Guardia Civil hay una formación genérica y dentro de la Policía Judicial esta específica. Hay unos planes de formación.

- ¿Cuáles son las claves de esta formación?

- Mensualmente pasa por los cursos gente de toda la comandancia para tener una formación en VioGen. Damos charlas y formación específica todos los meses. Nos gusta basar esta formación en la atención especializada a la víctima, que es donde radica la diferencia respecto a un delito común.

- Con el factor psicológico como gran protagonista...

- Exactamente, yo siempre lo digo, que las personas que trabajan en el área de violencia de género tienen que estar ahí porque quieren. Tienes que tener una empatía y una actitud acordes a la situación por la que pasa la víctima que llega al cuartel.