Al filo de las 16.30 horas un gran estruendo hacía retumbar los cristales de los edificios en Pontevedra. Un sonoro trueno daba el susto de la tarde a los pontevedreses. Tras el buen tiempo el sábado, las tormentas irrumpían en el escenario meteorológico ayer con todo su despliegue de relámpagos y truenos. Meteogalicia registró en la jornada de ayer 610 rayos y hoy apenas 11, dos de ellos en la comarca de la Boa Vila.

Este tiempo revuelto hace mirar al cielo y temer posibles cortes de luz, como los que en las últimas semanas han dejado sin suministro a más de 1.500 usuarios en la ciudad por distintas averías. La inestabilidad se mantendrá estos días, con altas probabilidades de chubascos tormentosos. Meteogalicia prevé que el fin de semana pase un frente frío procedente del Atlántico que traerá más precipitaciones en la fachada litoral gallega.

Ante esta previsión de tormentas, ¿cómo debemos actuar? En las últimas horas el 112 Galicia ha ofrecido una serie de consejos por si los rayos y centellas te cogen a cubierto o al aire libre.

En caso de ir en bicicleta, debes abandonarla inmediatamente y alejarte de ella. Si portas algún objeto metálico encima, también debes apartarte de él. Si el aparato eléctrico te coge dándote un baño en el mar, un río, una piscina o un embalse, el 112 también te recomienda salir de agua lo más rápido posible. Bajo ningún concepto busques refugio bajo un árbol ni en una tienda de campaña.

Si la tormenta te sorprende en ruta, puedes estar tranquilo. El coche es un lugar seguro. Resulta una paradoja porque la carrocería de un vehículo es una gran conductor de electricidad, sin embargo no permite que esta llegue al interior. Es fundamental mantener las puertas y ventanillas cerradas y la radio apagada.

Debes moderar la velocidad y adecuar tu conducción a las condiciones de la vía. Si son muy malas, es mejor que aparques y esperes a que la situación mejore. Por precaución, nunca estaciones el vehículo cerca del cauce de un río, ya que este puede incrementar su caudal en cuestión de segundos. Razón por la que tampoco se debe cruzar una zona inundada.