No estaba previsto que los seis soldados que tuvieron esta participación clave para abortar este atentado yihadista en Mali hablaran ayer con los medios. Pero fue la propia ministra de Defensa, Margarita Robles, la que rompió el protocolo y ordenó la comparecencia ante los medios de los seis condecorados para que "ellos fueran los protagonistas" en el que era su día. Fue así como el soldado Richard Ríos, quien estaba de centinela en la puerta que sufrió el ataque junto a su compañero Daniel Gómez, explicó que recuerda aquella noche "como si fuera ayer".

Natural de Colombia pero vecino de Huelva, Ríos explicó que escucharon disparos lejanos en otra de las puertas del campamento. Tras confirmar que no era un ejercicio, "escuché ya los disparos en las proximidades y de repente llegó el primer vehículo". "Vi cómo se estrellaba contra una esquina antes de entrar a la puerta principal y cuando vi que se abalanzaba hacia dentro fue cuando empece a disparar, justo antes de reventar la puerta", añade. Los disparos de Ríos y su compañero Gómez (que estaba en un vehículo Lince con una ametralladora pesada) lograron neutralizar a los ocupantes del primer vehículo suicida, que no llegó a detonar. "Vi como se detuvo, replegué un poco y seguí disparando y solicitando el apoyo de mi compañero Gómez que con su máquina también seguía efectuando fuego contra el vehículo", relató.

Cruces al Mérito Militar para los seis héroes de la Brilat que frustraron un atentado en Mali

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"Explotó y todo fue un caos"

Es aquí en donde hizo acto de aparición un segundo vehículo (la misión del primer coche era abrir brecha en la entrada para que el segundo pudiera penetrar en el campamento). Daniel Gómez, ourensano de Punxín, vio como "pasaba el segundo vehículo y avisé a mi compañero para que retrocediera" hacia una zona más segura, como así hizo. "Yo seguía apuntando al primer coche, a este no le hacía mucho caso dado que venía marcha atrás, pero de repente cambió de dirección hacia la base y le apunté pero ya no me dio tiempo a disparar, dado que explosionó". A partir de ahí explica que "todo fue un caos, se fue la luz, empezó a pasar gente por delante que no sabía si quería pasar o no..., hubo que mantener la calma...", explicó. La ministra les preguntó a ambos si dormían bien por las noches, a lo que respondieron que "ahora sí, pero al día siguiente de aquello nos costó más".

También compareció ante los medios el capitán David Matilla, que con el sargento Jhon Patiño, estaba al mando del equipo de guardia. Reconoció que si uno de los vehículos hubiera logrado acceder al recinto militar "hubiera sido una masacre", pues la entrada principal "estaba a escasos metros de las zonas de vida" de resto de los militares y "por el radio de acción del explosivo, habría causado más de un centenar de muertes

También resultaron condecorados los miembros del equipo de desactivación de explosivos el brigada Óscar Néstar y el sargento Pedro Varela. Fueron los encargados de desactivar la media tonelada de explosivos que quedó en el primero de los coches: "era un vehículo que no había detonado y existía el riesgo de que la carga se hubiera movido por lo que no sabes en que estado está". Subrayó que "las muchas prácticas que realizamos en territorio nacional, nuestro trabajo y conocimiento sirvió para que todo saliese como salió". El brigada Néstar añade que "nuestro trabajo es metódico y lo tenemos que hacer con la cabeza fría, puedes cometer un error y ser el último".