No hay un censo oficial de la población de jabalíes en Galicia, pero son miles los que en la última década campan a sus anchas por el rural. Esto se debe a que cada vez más manadas bajan de los montes para buscar comida en los vecindarios, causando problemas y metiéndose en las propiedades privadas y echando a perder las cosechas de los agricultores o causando accidentes de tráfico al cruzar las carreteras. Además, es una especie que ataca si se ve en peligro y puede causar daños a otros animales y a personas.

El plan con el que la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia intenta atajar el asunto, contempla alternativas como batidas, sobre todo el desbroce y limpieza de fincas en el entorno que están siendo empleadas por esta especie para encamar, la colocación de jaulas trampa en rincones urbanos y la autorización de esperas nocturnas a cargo de arqueros voluntarios que se encarguen de hacer decrecer el número de jabalíes, y de esta manera intentar disminuir los casos de ataques y destrozos en propiedades y zonas urbanas.