El pasado 7 de enero los trabajadores del PAC, punto de atención continuado, del área de Pontevedra y O Salnés dieron un paso adelante para iniciar una huela indefinida que seis meses después continua, sin negociaciones futuras a la vista. Tres meses antes de que comenzara la huelga, en octubre, ya iniciaron paros parciales. El objetivo, mejorar las condiciones de trabajo que, al final, repercuten en una atención mejor para el paciente.

Ayer tuvo lugar una reunión informativa de los trabajadores para analizar lo tratado en el comité de huelga que tuvo lugar la semana pasada. La conclusión: "Seguimos en huelga, tenemos claro que vamos a continuar mientras el Sergas no nos llame a negociar", aclara María Torre, representante de los trabajadores de PACs en pie de guerra del área Pontevedra y O Salnés. "Tenemos una contrapropuesta que hicimos a la administración y que aún no ha sido discutida, además planteamos la posibilidad de que un mediador institucional negociara la situación a lo que hemos recibido un no por respuesta" , expresa Torre indignada ante la falta de voluntad de la administración para sentarse a hablar con sus trabajadores recordando que llevan desde mayo esperando una reunión.

Estos meses de huelga aún no han tenido un gran impacto en los pacientes ya que al tratarse de servicios de urgencias están obligados a tener unos servicios mínimos del 100%. Sin embargo con la llegada de las vacaciones hay guardias sin cubrir y el personal, como medida de presión, se niegan a hacer guardias voluntarias. "No hay médicos suficientes pero han permitido llegar al verano así", alega Torre. "Ahora nos han reunido por separado para pedirnos cubrir guardias de manera voluntaria", explica. Además recuerda que la carga en verano es mayor, puesto que a la población hay que sumar turistas y peregrinos: "Tenemos guardias donde los médicos no están completos, es la mitad de personal y no es posible dar la asistencia correcta sin un equipo medico completo". Desde PACs en pie de guerra señalan el estrés con el que trabaja el personal y el miedo que tienen a no poder atender correctamente una urgencia por falta de personal.