Un adiós a las aulas que es en realidad un saludo a la programación de verano en Marín. Fue la propuesta que convocó ayer a cientos escolares en las calles Jaime Janer, Rúa do Sol y Parque Eguren, escenarios de las actividades pensadas para los más pequeños y los adolescentes.

La segunda edición de la fiesta de nuevo tuvo como gran protagonista el tobogán acuático, una rampa de 50 metros que cambio de ubicación a un tramo próximo a la Alameda "para darle más espectacularidad y amplitud", señala la organización.

En un día caluroso la inspiración acuática también estuvo presente en otras de las propuestas de la fiesta, como los hinchables de los que pudieron disfrutar los niños en la Rúa do Sol.

Numerosos padres, padrinos y abuelos acompañaron a los menores en sus juegos y/o también tuvieron unos momentos de respiro durante la fiesta, que posibilitó que los enérgicos pequeños gastasen energía y pasasen un rato divertido con otros niños de su edad.

El Concello, que de nuevo asumió la organización del evento con el que Marín da la bienvenida a las fiestas de verano, centralizó en el Parque Eguren las principales novedades de esta nueva edición.

Ésta se dirigieron a los adolescentes, que pudieron reunirse con sus amigos en un gran hinchable acuático o sumarse a actividades como el toro mecánico.

Probar suerte y habilidades con la tabla de surf y música de DJ's fueron otras de las propuestas pensadas para estas edades en la transición a la etapa adulta.

Otra de las novedades de la celebración fue la Holy Party, una celebración en la que, por si la espuma del tobogán no fuese suficiente, cobró protagonismo el color.

"Por primera vez en Marín se celebró la Holi Party", recuerda la organización a propósito de esta celebración en la que el reto es lograr ser el que más polvos tenga en su cuerpo, convirtiéndose en el arcoiris más divertido. Cara, manos, pelo, piernas y, por supuesto, camisetas, pantalones y zapatillas que llegaron impolutos a la fiesta (la invitación era vestir de blanco) se tiñeron de mil tonalidades. La música de Dj´s y las ganas de diversión hicieron el resto para coronar la apertura del verano festivo en Marín.