Uno de los bloques del acuerdo de ayer establece las bases para actuar sobre la movilidad, con la "elaboración de una nueva ordenanza" sobre este asunto así como la adopción de medidas para "ajustar el funcionamiento de las zonas de servicios y de carga y descarga".

También se apuesta por "aprovechar solares inutilizados como estacionamientos provisionales" así como "implementar carriles-bici en aquellas vías con características que así lo permitan". Estos recorridos nunca han sido del agrado del BNG, si bien admite ahora su inclusión en el pacto de gobierno, junto con otro punto de discrepancia, el transporte público. Aunque los nacionalistas no comparten el plan autonómico de autobuses y optan por un servicio bajo demanda basado en los taxis, uno de los principios programáticos aboga por la "reorganización del transporte urbano e interurbano con autobuses en coordinación con la Xunta y la implantación del transporte a demanda", junto con "ajustes en la política de tarifas y mejora de las bonificaciones existentes".