Las "anécdotas" que ha supuesto esta regularización catastral son numerosas y variadas, si bien al afectado no le hacen ninguna gracia. Fuentes del Concello, que desde el primer día alertaron de que el proceso de inspección, muchas veces basado en fotos aéreas, podía suponer errores, constatan que se han dado casos de certificar como una piscina una simple lona extendida en el suelo y utilizaba para proteger el forraje.

Además, se tiene constancia en el gobierno local de dos casos muy llamativos en Pontesampaio. En uno de ellos, un vecino aparece como propietario de parte del cementerio municipal, ya que el terreno para la ampliación realizada hace más de dos décadas sigue a su nombre. En otro, se asigna a otro vecino una capilla que levantó en su día la comunidad en Acevedo.