La procesión del Nazareno salió por primera vez en 1952, el mismo año en el que varios jóvenes pontevedreses que estudiaban en Santiago pidieron la colaboración de la parroquia de San Bartolomé para poner en marcha una cofradía, Nuestro Padre Jesús del Silencio. Desde entonces, el antiguo templo de los jesuitas es cada Semana Santa escenario de la misa en la que los cofrades se preparan para acompañar a su imagen, la del Nazareno.

Se trata de una talla adquirida a mediados del siglo pasado en el taller compostelano de los hermanos Rivas y que sustituyó en 1956 a la que procesionaba inicialmente, en la actualidad expuesta al culto en la capilla de la calle Tetuán.

La imagen desfiló anoche decorada con adornos florales en blanco, al igual que la de María Santísima de la Esperanza, que lució su manto verde.

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Semana Santa en Pontevedra | El Silencio arropa al Nazareno

Doce costaleros portaron a hombros la talla del Cristo desde San Bartolomé y durante su periplo por distintas calles y plazas del centro histórico. Por su parte, la Virgen de la Esperanza contó de nuevo con el acompañamiento de las cofrades del Mayor Dolor, la única agrupación penitencial de la ciudad enteramente femenina.

En el desfile también participaron representantes de instituciones como la Escuela Naval Militar, en calidad de hermana mayor de la cofradía del Silencio, a mayores de numerosos fieles.

Las dos imágenes que procesionaron en el Martes Santo son propiedad de la cofradía de Nuestro Padre Jesús del Silencio y durante el resto del año se guardan en la capilla de San Roque.

El desfile fue el acto central del programa de Semana Santa pero no el único, ya que también se celebraron otros oficios como el tríduo a la Virgen de la Soledad en la basílica de Santa María o el viacrucis que tuvo lugar en San Francisco.