La comunidad de montes de Noalla y el Concello de Sanxenxo siguen inmersos en una batalla judicial iniciada hace décadas para reclamar como terrenos en mano común los asentados en el entorno de A Lanzada. Pero después de los varapalos sufridos desisten ya de reivindicar la titularidad del istmo y la playa pertenecientes al Ayuntamiento de O Grove.

Lo que hacen ahora en Sanxenxo es solicitar que se catalogue como monte en mano común una superficie de 106.456 metros cuadrados situados en dominio público marítimo terrestre dentro del propio ayuntamiento.

Es cierto que quedan secuelas, pues en esa superficie total se incluyen unos 1.400 metros que están dentro de territorio meco, de ahí que la comunidad de montes de San Vicente de O Grove siga como parte personada en el proceso para tratar de conservarlos.

En cualquier caso es una cantidad menor que además coincide con un tramo de carretera y una rotonda, por lo que nada tiene que ver esto con aquella otra gran reivindicación que mantuvieron los comuneros de Noalla para "conquistar" todo el istmo.

Fue precisamente la férrea defensa ejercida por la comunidad de San Vicente, basada en el importante trabajo desplegado por el abogado Avelino Ochoa, lo que frenó las ansias "invasoras" de Sanxenxo.

Una pretensión que también contribuyó a dilapidar las defensas formuladas por el Concello de O Grove y los comuneros de la otra parroquia meca, la de San Martiño.

Ahora desde la localidad grovenses se asiste con más tranquilidad a la enésima reclamación de Noalla, aunque sin perderla de vista, por aquello de evitar cualquier sentencia que pudiera generar problemas o dudas de lindes en el futuro.

En resumen, que hasta el año pasado el Concello de Sanxenxo y la comunidad de montes de Noalla reclamaban todo el istmo, tratando de dar por buena una resolución del Jurado de Montes posteriormente anulada que se lo entregaba a los noalleses, a pesar de estar dentro del término municipal grovense.

En vista del fracaso lo que hicieron en Sanxenxo fue cambiar su estrategia, y en el nuevo pleito desisten de reclamar nada dentro de O Grove, salvo la pequeña e "inútil" parcela de 1.400 metros antes aludida, centrándose en reivindicar el dominio en mano común de todo el borde marítimo desde los límites fronterizos con O Grove hasta la capilla de A Lanzada.

Esto lleva a los comuneros de San Vicente a decir que "se acabó definitivamente la pretensión de Sanxenxo de invadir O Grove, aunque intentaremos que los terrenos que les puedan conceder se limiten al municipio de Sanxenxo y no toquen ni un solo metro en el nuestro".

Es una postura diferente a la que mantienen los abogados del Concello de O Grove y la comunidad de Montes de San Martiño, que no reconocen ningún derecho a Noalla, ni siquiera dentro de Sanxenxo.

La última demanda planteada por los comuneros de Noalla ante el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Pontevedra diferencia en el llamado "Monte A Lanzada" entre las parcelas A y B.

La primera, de unos 968.400 metros cuadrados, "coincide en su totalidad con el istmo" y queda fuera de la reclamación, mientras que la B se sitúa en Sanxenxo -excepción hecha de los 1.400 metros antes aludidos- y tiene una superficie de 106.456 metros cuadrados.

Es esta última la zona que quieren conseguir judicialmente los comuneros, alegando para ello que no está actualmente en dominio público marítimo terrestre. Además sostienen que aún estando catalogados dentro de la Red Natura 2000 se les considera "Zona 3", y esto quiere decir que "es compatible con los aprovechamientos que puedan realizar los vecinos de la parroquia de Noalla".

Hablando de los usos del Monte A Lanzada, el Jurado Provincial de Montes negó en su momento "un aprovechamiento consuetudinario por parte de los vecinos porque lo que hay es un uso público relacionado con el turismo y el senderismo; nada queda de usos que en tiempos inmemoriales se daban a este terreno, como pasto o venta de arena, pues está ocupado por edificios que imposibilitan su aprovechamiento privativo por parte de los vecinos".

Al hilo de esto, los representantes legales de los noalleses alegan que "los usos y aprovechamiento del monte deben ser interpretados atendiendo a la realidad social actual y la práctica habitual de cada parroquia".