Cerca de un millar de personas son tratadas de párkinson en el área sanitaria de Pontevedra. Se trata de un trastorno neurodegenerativo que afecta al sistema nervioso central de manera crónica, progresiva e invalidante y que no tiene cura. Es la segunda enfermedad con mayor prevalencia en la sociedad después del alzhéimer y se estima que solo en la provincia de Pontevedra hay 3.000 personas afectadas.

La Asociación de Párkinson de la Provincia de Pontevedra, Apropark, celebra hoy, 11 de abril, el día mundial de la enfermedad. Para ello instalará durante toda la mañana una mesa informativa en el Espazo Solidario del Hospital Provincial.

El lema de la campaña de este año es centra en que en el año 2.040 el párkinson será la enfermedad grave más común y en que "conocerlo es el primer paso para combatirlo".

Begoña Cerqueiro, presidenta de Apropark, recuerda que la incidencia de esta dolencia aumenta con la edad, de ahí que cada año haya más casos asociados al envejecimiento poblacional.

Puesto que no tiene cura, la mejor manera de combatirlo es con un buen tratamiento. Además de los fármacos, el ejercicio físico ayuda de forma notable.

Apropark cuenta solamente en el municipio de Pontevedra con seis grupos semanales de pilates, piscina y logopedia. A ellos habría que sumar los que tiene en marcha en Bueu y Vilagarcía.

Son impartidos por 6 trabajadores de la asociación, que alquila las instalaciones en centros deportivos y gimnasios.

Temblores en un lado

Los primeros síntomas del párkinson varían de una persona a otra, pero tienen características comunes. "Suelen comenzar con un temblor en una mano o en un pie o con adormecimiento, cosquilleo, se llama parestesia", asegura Iria Portela, neuropsicóloga de Apropark, que añade que, sin embargo, otros pacientes tienen micrografía: "su letra de pronto empezó a ser muy pequeña".

También los hay que se caen porque empiezan a perder el equilibrio.

Aunque social, y clínicamente se, considera que el párkinson es una enfermedad que va de la mano de la edad avanzada, también existen casos tempranos, que surgen antes de los 40 años.

"Generalmente están asociados a factores genéticos: han tenido alguien en su familia con párkinson", explica Iria Portela.

Se trata de una enfermedad invalidante. "Una de las cuestiones que más afecta a quienes la padecen es el hecho de que no se puede ocultar, disimular. Llega un momento en que no caminas bien, te caes, se puede caer la saliva... Es algo que a nivel piscológico afecta", afirma la neuropsicóloga.

Como tiene síntomas comunes a otras dolencias, el diagnóstico puede retrasarse y, finalmente, se hace por exclusión en muchos casos.

A nivel cognitivo, el párkinson afecta a las funciones ejecutivas, "al director de orquesta del cerebro, porque engloban muchas funciones y son importantes para desarrollar una vida normal", apunta la trabajadora de Apropark.

"Estas personas se vuelven muy rígidas y no elaboran estrategias por lo que no toman decisiones o son muy cabezotas.También les cuesta encontrar una palabra, no son capaces de acceder al almacén donde la tienen guardada", explica.

Asimismo, su cerebro va más lento, ya que su capacidad de procesamiento se ve afectada.

En la asociación se encargan de mantenerlos mentalmente activos "para que tengan que generar ideas, estrategias...". Por ejemplo, juegan al "Scattergories" o al "Scrabble" o hacen sudokus.

"Al ser algo degenerativo, no se va hacia adelante. Lo que sí notas es que se desenvuelven mejor o vienen más alegres", reconoce la neuropsicóloga.