Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El meollo

El último adefesio

El último adefesio

De acuerdo con el diccionario de la RAE, un adefesio equivale a una cosa muy fea, ridícula o extravagante. Esa precisamente es la calificación que merece la nueva placita del final de la calle Virgen del Camino, que entronca con la avenida de Eduardo Pondal. Principalmente, extravagante.

Tras la reciente inauguración de la calle a bombo y platillo, ha pasado un tiempo prudencial sin que nadie pusiera el dedo en la llaga de semejante disparate. Cuando menos, hay motivo para la controversia y el disentimiento.

Personalmente he acudido muchas veces al lugar en donde se ha perpetrado este crimen urbano, con propósito de la enmienda y deseo de cambiar esa reprobación tan concluyente. Todo ha sido inútil: cuanto más veo la potente fortificación de acero oxidado, más absurdo encuentro ese montaje y, por añadidura, más desolado me voy.

Desde todas las perspectivas he observado y requeté mirado, de un lado y de otro, ese "baluarte con corten", según su definición técnica, para tratar de descubrir sus méritos arquitectónicos; en definitiva, encontrar el lado bueno de la cosa diseñada por el arquitecto vasco José Ramón Garitaonaindía de Vera, que tiene un notable currículum. Tarea imposible. No acabo de ver contra quien nos defiende o protege ese fortín, si de un lugar de bienvenida a los peregrinos se trata, por sus reminiscencias históricas como camino de entrada. Hay un local comercial vacío, ahora más tapado que antes, y que tiene crudo su uso salvo que una hipotética actividad demande la mayor ocultación posible.

Repasando y repasando las declaraciones efectuadas por el concejal Demetrio Gómez, adalid político del proyecto en cuestión, llama la atención una alusión suya a la filosofía de Francesco Tonucci y su ciudad de los niños, como inspiradora de esta obra. ¿Cómo van a resultar compatibles escaleras por un lado y escaleras por el otro, en un caso peligrosamente empinadas, con juegos infantiles en plena libertad? El concejal Gómez no ha entendido nada, nada, de la doctrina Tonucci, salvo que el nuevo baluarte ejerza de correccional de menores para chavales inadaptados.

El Meollo de la cuestión está en saber si no había otra alternativa mejor, más sencilla, sin tanto volumen y, sobre todo, menos peligrosa y grotesca, para resolver ese entronque urbano entre la Virgen del Camino y Eduardo Pondal.

Compartir el artículo

stats